DESDE
EL AULA
Changa,
te digo que eres sorprendente, siempre te las ingenias para hacer lo que
quieres. Luego del accidente, con pesar observe, que tu cuerpo presentaba
cierta deformación, además de tu pierna y cadera lastimada, tu zona abdominal
parecía ampliarse, pensé: es inflamación por alguna lesión interna.
El
lunes ya tarde regrese a casa y estabas muy nerviosa, te quejabas
lastimeramente, seguías mis pasos, me tirabas del pantalón y me mordías, aunque
suave, causándome un ligero dolor. Te regañe, te sentaste y me miraste con tus
ojos redondos y húmedos que me parecieron llenos de tristeza y preocupación. ¡Ah
ya se!, tienes sed, te dije y te acerque el agua pero ni siquiera la probaste;
ok, lo que tienes es hambre, bien te acerqué un tazón con alimento que
desdeñaste. ¡Qué quieres entonces! te dije con cierto enfado.
La
idea me llego repentina: vas a ser madre de nuevo y temes que por tu cadera
lastimada el parto se complique. Te acaricie, sin evitar una mirada de reproche
¿Cómo y cuándo fue?, no recuerdo haberte visto noviando; sin más, te conduje a
un lugar cómodo y te dije: ánimo, veras que todo sale bien.
Respetuoso
fui por un libro y me coloque a prudente distancia, mi lectura fue interrumpida
por un llanto agudo que anunciaba nueva vida. Siempre ha sido así, irreverente,
conquistas tu propia libertad, haces y asumes, amas y logras correspondencia.
Fueron
cuatros tus bebes dos negros azabaches y dos blancos como copos de nieve, hasta
en eso eres contrastante. Los primeros solo vivieron una noche, demasiado amor
para los que te quedaron a quienes presumes con justificado orgullo.
Ignoro
si por envidia o instinto protector cuando saliste un momento “La Megan”
compañera tuya, mayor de edad y talla, los saco de su cuna para llevarlos a su
territorio, pero con sus agudos colmillos desgarro la delicada piel de uno
dejándole expuestos sus delgados intestinos. Temblorosa con lamidos amorosos
pretendías volverlo a la vida. Fue inútil, un accidente más; solo te queda uno,
que representa la esperanza de perpetuidad, lo sabes por eso tus cuidados. Ya
vez, no puedes ser princesa, eres más del mundo, eres más de amor.
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