Capuchino- Por Adolfo Cortés Veneroso. (2parte)
1. Las verdades necesarias o definitivas.
Son aquellas verdades que son
válidas para siempre o que son necesariamente así y no pueden ser de otra
forma. Ejemplos de este tipo de verdades los encontramos en la Lógica y en la
Matemática. Así, “A=A" o “5+7=12” son verdades necesarias y definitivas.
No puede ser de otra forma, pase lo que pase “A será siempre igual a A”, pase
lo que pase “cinco más siete serán siempre doce”; resulta incluso `impensable
que fuera de otra forma: no puede uno representarse-imaginarse- siquiera cómo
sería de otra forma. Kant, entre otros muchos filósofos que se ocuparon de este
tipo de verdades, las denominó verdades analíticas (son aquellas que lo son por
virtud del simple análisis conceptual, esto es, del significado de los términos
empleados en la proposición que la expresa. De esta naturaleza son “Toda piedra
es extensa” o “Todos los solteros son no casados”-cuyos contrarios son
imposibles, se trata de casos particulares del enunciado que afirma que “Todo A
es igual a A” o principio de identidad), porque para formularlas basta un
simple análisis conceptual. Así, cuando digo “Toda piedra es extensa”, estoy
formulando una verdad analítica y necesaria. Me estoy limitando a analizar el
concepto de “piedra”: al realizar este análisis, entiendo que “piedra” es un
objeto, y que todo objeto ocupa un espacio, y ocupar un espacio es lo mismo que
ser extenso, que ocupar una extensión; por eso, una piedra tiene que ser
necesariamente extensa. En el enunciado “Toda piedra es extensa” me estoy
limitando a decir en el predicado (“extensa”) una propiedad que está contenida
en la definición del concepto que constituye el sujeto de ese enunciado
(“piedra”). La prueba definitiva de que se trata de una verdad analítica y, por
tanto, necesaria, consiste en negar el predicado: se incurre entonces en una
contradicción. “Una piedra inextensa” es un absurdo. Lo mismo que es absurdo y
contradictorio que “A no sea igual a A” El problema de este tipo de verdades
necesarias,