Al
separarnos
Nuestras
dos almas se han confundido
en
la existencia de un ser común,
como
dos notas en un sonido,
como
dos llamas en una luz.
Fueron
esencias que alzó un exceso,
que
alzó un exceso de juventud,
y
se mezclaron, al darse un beso,
en
una estrella del cielo azul.
Y
hoy que nos hiere la suerte impía,
nos
preguntamos con inquietud:
¿cuál
es la tuya? ¿cuál es la mía?
Y
yo no acierto ni aciertas tú.
Poeta mexicano nacido Veracruz
El 10 de diciembre de
1853