JAROCHADAS
DOMINGO DE RAMOS…
En la liturgia de la misa nos recordaron que la Palmera es el símbolo de la abundancia de los dones y de la Providencia Divina; la Palmera no engaña a los viajeros del desierto; indica un oasis, pues ahí donde crece, hay agua y el agua es vida; con sus dátiles, proporciona el alimento para el sustento y forma parte del célebre ramo que se agita durante la fiesta de Pascua. El emblema del Ramo se complementa con otras tres plantas: ESTRAGÓN (planta aromática parecida a la manzanilla), MIRTO (la flor que les gusta a los colibríes) y SAUCE (no precisamente el llorón). La joya del ramo es la PALMA.
En la misma liturgia, también nos
hablaron de un suburbio de la Ciudad de Jerusalén, ubicado a escasos tres
kilómetros al este del Monte de los Olivos llamado Betania, lugar donde vivían algunos
de los mejores amigos de Jesús el Salvador: los hermanos Martha, María y el
resucitado Lázaro. Desde ese lugar, aquel DOMINGO DE RAMOS, Cristo el Redentor,
inició el recorrido montado en un burro que lo llevaría a hacer su entrada
triunfal en la gran urbe, tal y como lo había vaticinado el profeta menor
Zacarías quinientos años antes.
Nuestro sacerdote, siguiendo con su
magnífica narrativa, recordaba que esa entrada a Jerusalén, día de la alegría y
de las alabanzas, la celebración fue enteramente democrática. El pueblo aclamó
a su rey sin la necesidad de campañas especiales y sin el uso de métodos malévolos
para la manipulación de votos. La gran muchedumbre se contagió haciendo una
gran procesión, que con los ramos de palma en la mano aclamaba a
su rey al adentrarse triunfante a la gran ciudad, días antes de la fiesta de
Pascua.
Siguiendo la tradición extendida por los años,
el próximo domingo, en la explanada de la Parroquia de nuestro Patrono San
Jerónimo, con adornados ramos, los fieles coatepecanos aclamaremos con el
versículo 25 del Salmo 118 “HOSSANNA, HOSSANA EN EL CIELO” (por tu gracia
Sálvanos) y así dar inicio a las celebraciones de la Semana Santa o Semana
Mayor, reverenciando el simbolismo de la entrada de Cristo y rememorar su
Pasión y Muerte para concluir con la Resurrección.
Amigos, jamás perdamos la fe en
nuestras empresas y agitemos las palmas, aunque sea la de las manos en señal de
regocijo y alegría. Las vacaciones escolares son un hecho, no nos queda otra
más que disfrutarlas y como decían los de antes: “Domingo de Ramos, el que no
estrena no saca manos”, pero para estrenar, cualquier domingo es bueno.
¡Ánimo ingao…!
Con el respeto de siempre Julio
Contreras Díaz.
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