Relaciones “goals”

Suele darse entre los chavos
“rotarse” las parejas entre grupos de amigos, donde una chava pasa a ser novia
de otro chavo del mismo grupo, y otro chavo se hace novio de otra chava del
mismo grupo e incluso se presentan infidelidades entre grupos y al final
resultan problemas, esto puede provocar un desgaste emocional llegando a provocar
enfermedades de transmisión sexual.
¿Pueden los padres
internarse en la relación de un hijo sin causar disgusto? No es agradable que
de repente los papás cuestionen a sus hijos de forma insistente sobre su pareja
y mucho menos llegar con un sermón de lo que está bien y de lo que no; sí es importante
que el muchacho sepa los límites que debe tener con su pareja y que así como
debe respetar, también debe respetarse a sí mismo. A veces los papás se
confunden entre “aconsejar” e “impedir”; si los papás se dan cuenta de que el
joven tiene una relación toxica tratan de intervenir con un “te lo dije” y
provocan un grado de rechazo de sus hijos. La adolescencia es una etapa donde
es mejor ayudarlos a pensar, reflexionar y analizar situaciones para
resolverlas lo más sensatamente posibles sin imponer acciones o prohibiciones.

También es muy importante
pensar en el ejemplo que se le da a los jóvenes, pues las relaciones ya sean de
familia o amigos donde hay comunicación y comprensión, lo ayuda a buscar a otra
persona la cual lo comprenda y escuche. En cambio, si convive en un ambiente
donde no hay ningún grado de comunicación y cariño él buscara a alguien que sí
lo haga, o desafortunadamente podría encontrar a alguien que no lo haga y
pensará que es normal. El ambiente en el que conviva influye mucho en las
relaciones que puede llegar a tener, pues desde pequeños aprendemos observando
y entonces lo que aprendemos inconscientemente lo ponemos en práctica. Tratemos
de crear en nuestra relaciones familiares, de amistad y amorosas; comprensión, compañerismo,
cariño, paciencia, respeto, amabilidad y amor.
Los padres deben tener una actitud
abierta y positiva para no recibir un rechazo del chavo al tratar de hablar con
él, y aprender a escucharlo y comprenderlo, así como resaltar los aspectos
positivos y destacar la atención a los sentimientos negativos siempre y cuando se
eviten las críticas y manifestar una preocupación sincera y de protección.
“Tú hombre que no te trate
como perrito atrás de sus huesos, y tú mujer no eres hormiga para recibir
migajas”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario