lunes, 12 de junio de 2017

Cerca del Cielo.

14 aniversarios de Cerca del Cielo.

Por: José Ramón Flores Viveros.

Somos seres ordinarios con capacidades extraordinarias.
Este mes de junio se cumplen 14 años de la publicación de esta columna. Sin la generosidad y apoyo de los medios que han publicado en sus páginas, esto no hubiera sido posible. La colaboración nace con el propósito de plasmar mis experiencias como montañista en México y en el extranjero gracias al consejo y entusiasmo de amigos periodistas deportivos, quienes en aquellos años me sugirieron que plasmara estas experiencias  en una columna. Fueron fechas que jamás voy a olvidar por algunos eventos que impactaron mi vida. La muerte repentina de mi papa Ramón Flores Méndez, que me sumergió en un dolor profundo e indescriptible y el fracaso absoluto al intentar hacer cumbre en la montaña más alta de Perú: el Huascarán, a pocos meses de la desaparición física de mi papa.

Me reservo respetuosamente los nombres de los medios y de las personas que han albergado a la columna para el próximo número. Hacerlo en este momento, (olvidé mi agenda), y en que la memoria me puede jugar una mala pasada  puede hacer parecer un malagradecido. Sin el apoyo de todos estos personajes la columna jamás hubiera sido posible. Siempre necesitamos de la ayuda de quienes nos rodean. Pensar que todo es mérito propio es un pecado.
Han sido 14 años también de evolución, una columna también llega a la mayoría de edad donde el tema muchas veces siente uno que entra en una fase de agonía. Debo reconocer y agradecer infinitamente que en más de una ocasión el tema deportivo que se supone es la esencia de Cerca del cielo, cambió radicalmente para dar entrada a cuestiones ajenas al propósito inicial. Esto gracias a la bondad de los editores. He hablado también de una terrible adicción que casi me provoca la muerte. Casi cumplía 30 años de edad cuando mi vida se colapsó a causa de mi manera tan destructiva para beber. De esto también quiero volver a hablar en esta ocasión de manera breve y de cómo fue una consecuencia para subir montañas como una terapia de ayuda para dejar de beber y de la ayuda definitiva gracias a Dios de doble A.
Este viernes contando con el apoyo de las autoridades municipales de Coatepec  que encabeza el Dr. Ricardo Palacios Torres ofrecía una charla para mostrar algunas imágenes de montaña para festejar la columna. Esta plática se desarrolló el día de ayer y en mi próxima entrega haré una reseña detallada sobre la misma.

Ha sido mi segunda oportunidad de interactuar con el público, la primera vez fue también en este mismo salón hace ya casi cuatro años y fue durante el festival San Jerónimo. La primera vez, los nervios me traicionaron y estuve a punto de la catástrofe por el miedo. Aunque conforme comenzaron a transcurrir los minutos pude hacerlos a un lado  y la verdad fue que  logre terminar de manera digna.

Esto de hablar en público siempre me ha latido aun luchando con mis nervios e inseguridades. De hecho de niño en la primaria era algo común que siempre me buscaran como maestro de ceremonias. Sin embargo esa facultad la perdí irremediablemente de manera inexplicable. Agradezco mucho el apoyo incondicional para la realización del evento a Juan Manuel Masaba Canela y Marco Antonio Meneses  enlace de Comunicación Social del ayuntamiento. 

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