lunes, 12 de junio de 2017


DESDE EL AULA

Solía decir un magistrado del Tribunal Electoral que “lo importante era que los votos cayeran en la urna” porque una vez ahí, las posibilidades de invalidar los resultados escasas. El comentario debe leerse en el contexto de una charla en la que se aconsejaba recurrir a todo tipo de actos, así fueran inmorales o ilícitos, todo con el propósito de llenar la urna en cuestionada aceptación de que el fin justifica los medios.

Tal vez esta fue la tesis que inspiro la expresión “haiga sido como haiga sido” del expresidente Calderón, con la que de manera tacita, posiblemente sin quererlo, reconoció haber llegado a la Presidencia, utilizando medios nada ortodoxos, por no decir fraudulentos, para luego abrir la caja de pandora, desatando una “guerra” fallida contra el narcotráfico que ha enlutado a miles de familias y teñido de sangre el territorio nacional.
Lo anterior viene a colación porque la jornada electoral reciente, en nuestro municipio, según testimonio de muchos, la compra de votos por parte de la alianza política que se hizo de la victoria, se dio sin pudor política que se hizo de la victoria, se dio sin pudor alguno, con franco descaro, lo que en el hoy y en apariencia, carece de importancia, pues “haiga sido como haiga sido”, los votos llegaron a la urna y han sido calificados como válidos, imperfecciones de la democracia si se quiere, pero la voluntad ciudadana quedo de manifiesto. Lo que sigue es otorgar otro voto de confianza a las autoridades electas, concederle el beneficio de la duda y esperar de ellos un ejercicio de gobierno ejemplar que recupere la confianza ciudadana, empático con la gente, eficiente y eficaz, que considere la transparencia y la rendición de cuentas, no como obligación legal, sino como oportunidad de comunicación permanente.
Queda un periodo amplio para la elaboración de proyectos, diseño de políticas públicas, construir acuerdos, integrar equipos, planear una visión de largo aliento, para que el próximo primero de enero arranquen con metas claras y rutas trazadas. No vale la apuesta al fracaso. El éxito debe ser el propósito para bien de Coatepec.

Desde el aula, se deben sembrar las semillas de la participación democrática, pues es de vital importancia generar conciencia, de que la omisión de las responsabilidades ciudadanas, otorga la validación de la incongruencia.

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