lunes, 23 de octubre de 2017

El efecto mariposa
Por Sergio Jimarez

"Cuando todo vuelva a retirarse a la matriz del tiempo, reinará el caos de nuevo,
y el caos es la partitura en la que está escrita la realidad."
Henry Miller

La tercera Ley de Newton dice: “Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria: quiere decir que las acciones mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en sentido opuesto.” Y en un lenguaje menos formal: A toda acción corresponde una reacción; Newton estableció esta ley en el contexto de sistemas de fuerzas, sin embargo, muchas veces los conceptos científicos los empleamos como ejemplos o referencias en la vida cotidiana, es por eso que cuando algo nos golpea (acción) sentimos dolor (reacción); al hacer un impulso con nuestras piernas, podemos movernos; esta idea, y haciendo de lado un poco las implicaciones matemáticas tiene una aplicación directa e inmediata. Ahora imaginemos que una acción deriva en una serie de acontecimientos encadenados con un resultado extraordinario: Un gato deja caer una bola de estambre que rueda por la escalera donde camina una persona, el individuo tropieza con ella y cae, se lastima un brazo. Posiblemente, si el felino no hubiera tirado la bola, el desafortunado personaje se hubiera librado de un fuerte dolor. Pensemos la misma representación pero con una condición inicial diferente y que dé un resultado más extremo: el aleteo de una mariposa en América, provoca un huracán en Asia, este es el ejemplo que da por nombre a este tema.

El “efecto mariposa” es un concepto que describe cómo las condiciones iniciales de un sistema y bajo las más pequeñas discrepancias, pueden provocar una alteración importante en el sistema, dado que las grados de libertad que tenga cada condición, cada paso en el proceso puede ser más caótico que el anterior. Esta percepción proveniente de la “teoría del caos” que es el nombre popular a la rama de las matemáticas, física y otras ciencias que tratan el estudio de sistemas dinámicos y que son muy sensibles a las variaciones de las condiciones iniciales imposibilitando su predicción.
Un ejemplo muy sencillo para explicar lo que sucede en un sistema dinámico sería al tirar dos vasos de vidrio idénticos al suelo, aunque las condiciones de los dos vasos sean iguales (misma altura, misma posición, etc.), nuestra experiencia nos dice que los pedazos que resulten del primero serán totalmente diferentes a los del segundo vaso, esto significa que las condiciones no fueron del todo idénticas, existieron diferencias infinitamente pequeñas que propiciaron la diferencia en los resultados.
¿Por qué ocurren los sucesos en la naturaleza de una manera determinada y no de otra manera? Esta pregunta ha sido planteada desde hace muchos años y es el cuestionamiento que siempre nos ha acompañado al apreciar los fenómenos del universo. Esta pregunta lo que busca es indicar la dirección de los sucesos, por ejemplo, tomando el ejemplo de los vasos, sabemos que un vaso al caer se convierte en muchos pedazos pero si tomamos trozos de vidrio y los arrojamos al suelo no obtenemos un vaso, sino, más trozos de vidrio;  la respuesta más directa es que el universo tiende a distribuir la energía uniformemente, es por eso que al ver los hechos desde un punto de vista más general o más amplio, descubrimos que todo este caos presenta un orden especial que da la forma precisa de todo lo que nos rodea; sabemos que las moléculas siempre tienen movimiento, es un movimiento completamente aleatorio y la función de este es formar las sustancias, no notamos este movimiento, pero el desorden y el grado de libertad que tiene nos hace apreciar la textura, consistencia y el color de las cosas.
Nuevamente, la naturaleza y el universo mismo nos muestran la belleza existente, incluso, fuera de toda intuición.

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