lunes, 11 de mayo de 2020

EDITORIAL



La pandemia provocada por la enfermedad covid-19 ha cambiado muchas cosas en nuestro día a día, sobre todo a raíz de la declaración de la Fase 3, en la cual nos encontramos, muy crítica por cierto de acuerdo a los informes de la Secretaría de Salud Federal. Millones de personas han celebrado por primera vez en su vida algunas fechas y eventos señalados, en la distancia. Nacimientos, cumpleaños, aniversarios… y, ahora también, el Día de la Madre.

Por primera vez en la historia de tal festividad se recomienda a los hijos, nietos y bisnietos que no vayan a ver a sus madres o abuelas a fin de no ponerles en riesgo ante la epidemia del COVID-19. Sin embargo, ni el coronavirus ha podido con esta celebración que, con el peso de la distancia parece que se ha tornado, quizás, un poco más emotiva que en ediciones anteriores.

El día de la madre es una de las festividades más esperadas por todos, sobre todo por el comercio, al ser una de las de mayores ventas y ganancias del año. Sin embargo, por cuenta del aislamiento preventivo obligatorio y el cierre de establecimientos comerciales y restaurantes, será diferente y complicado.

El gobierno federal ha recomendado a los estados y municipios que se cierren todos los panteones y las pastelerías este fin de semana, para que nadie salga a festejar a su madre y evitar así el riesgo de contagio de COVID-19. Los panteones van a estar cerrados 9 y 10 de mayo y las actividades que se desencadenan alrededor de ellos como flores, establecimientos de comida, también, no van a existir.

Por su parte, el Subsecretario López-Gatell señaló que será entre el 6 y el 10 de mayo cuando se dé el pico más alto, según las proyecciones de los modelos matemáticos. Además se determinará si la cuarentena se prolonga hasta agosto, en aquellos municipios que han presentado alta incidencia de contagios. Los que no, podrían volver a la normalidad el próximo 17 de mayo. Se espera que Coatepec entre en estos últimos. Hay que esperar la determinación oficial.

Sin embargo, ni el coronavirus ni ninguna otra cosa nos podría alejar del propósito de hacer feliz a nuestras mamás, por eso, como en estos momentos no podemos salir a un restaurante, llevarla de compras, reunirnos con toda la familia o ni siquiera visitarla, podemos adaptarnos a estos tiempos y garantizarle un obsequio simbólico que le ilumine su día. Expresar y demostrar todo el amor y la gratitud que merecen.

El reconocimiento y homenaje a las madres no debe ceñirse a un solo día, por lo tanto, si tenemos que cambiar paradigmas, felicitémoslas y celebrémoslas a distancia, por seguridad de los adultos mayores. Ya habrá oportunidad para festejarlas. Por ahora hay que quedarse en casa y no hacer reuniones.

Felicidades a todas esas mujeres que han cumplido su misión sagrada de dar vida y formar nuevos miembros de la sociedad, o de cuidar la de otros. A todas ellas, muchas felicidades, prosperidad y salud.


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