En los años anteriores, con una campaña generalizada por medio de las redes sociales, se trataba de disminuir el uso de plásticos de un solo uso como bolsas para el mandado o popotes. El alcance y la problemática fue tal, que en Veracruz se aprobó una reforma a la Ley de Prevención y Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos y de Manejo Especial para el Estado de Veracruz, con todos los votos a favor y ninguna abstención.
Entre otras cosas, la reforma contempló impulsar acciones encaminadas a la reducción del uso de bolsas de plástico, unicel y similares en los supermercados y tiendas locales, así como de popotes en establecimientos mercantiles del Estado; y 180 días después de publicada, los popotes tendrían que haber sido prohibidos.
Si quienes estaban en el Gobierno hicieron el trabajo para darle seguimiento a lo anterior, ya se perdió, y quienes están actualmente, no actúan en consecuencia; ya no se diga por el beneficio colectivo, si no por sumar puntos con el Ejecutivo del Estado, en quien recae, según la ley, “prevenir, controlar y abatir la contaminación por el uso de plásticos de uso único…”
Hoy, dependiendo del actuar de la población, la cantidad de muertes por COVID- 19 será mayor o menor pero la humanidad sobrevivirá a ello; incluso con el “Quédate en Casa”, el nivel de vida de la población no es malo, porque puede comer, asearse, dormir con tranquilidad, incluso salir a caminar a la finca con el fin de buscar espacio, evitando la aglomeración.
Sin embargo de lo que la población no se puede salvar es de la escasez de recursos, como el agua, el alimento y el propio aire. El cuidado de la naturaleza y los recursos naturales debe ser prioridad con todo y pandemia, porque de ello no sólo depende el futuro de los jóvenes y niños, si no de la calidad de vida.
En Teocelo no hay ríos limpios, se tira y quema basura aún, no se separan los residuos inorgánicos, no se ha prohibido ni controlado el uso de plásticos de un solo uso, no se vigila ni se ordena el uso de aerosoles y pinturas que se realiza al aire libre por diferentes comercios, no se erradica la contaminación auditiva entre otras malas prácticas.
El plástico, bien utilizado, es un aliado mientras la utilidad que se le dé sea por años, por ejemplo, las cubetas de pintura, son excelentes maceteros y son mejores cubetas que las que ofrecen los establecimientos de limpieza que se rompen con facilidad; por mencionar un ejemplo.
La pandemia tarde o temprano terminará, con más o menos decesos, encontrando una vacuna o por cualquier otro motivo la vida continuará, pero nuestro entorno, tierra y agua, son únicos, es un deber humano cuidarlo y repararlo, sin estos no hay vida, ni calidad en ella, ni futuro.
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