lunes, 26 de octubre de 2020

El Coatepec de mis Recuerdos - Por: Historiador Ulises García Sánchez

Las calaveras literarias.- 



Es muy común en los días previos a Todos Santos, que se realicen las llamadas “Calaveras literarias” un escrito en forma de rima, donde se satiriza a una persona o grupo, usando a la catrina, personaje iconito de la cultura de nuestro país. 


Es posible que los orígenes de las Calaveras, venga de mediados del siglo XIX.  En un periódico llamado El Calavera, en el año de 1847, en plena guerra de intervención estadounidense, la cual arrebató al país más de la mitad del territorio nacional con los Tratados de Guadalupe-Hidalgo en 1848. En esta publicación se recoge la problemática cotidianidad de la primera mitad de dicho año; la zozobra del país, el mal uso de los escasos recursos para la guerra, el desacuerdo acerca de la intervención de los bienes del clero, el oportunismo, la lucha política y la corrupción. 


Solo circuló durante tres meses, con un costo de seis reales en la ciudad de México y siete en la provincia. En sus páginas sería “Su Alteza serenísima” el principal objeto de la sátira del periódico. Aunque ya había sido satirizado por la prensa del momento como “El siglo Diez y Nueve” y “Don Simplicio” en el año de 1845.


"El Calavera" no solo uso a "El Gran Calavera" para burlarse del general xalapeño, sino también esta forma de sátira seria usada durante el Porfiriato. Durante el gobierno del general Díaz, aunque había una modernidad en los sectores productivos y en comunicaciones, unas finanzas estables, donde se obtuvo orden, aunque con mano dura, había una desigualdad social.  




La aristocracia, rodeada de vestidos parisinos y trajes de corte inglés, de salones afrancesados y de buenos modales. Una naciente clase media de profesionistas, una clase compuesta por los campesinos de las grandes haciendas donde se vivía trabajando desde que salía el sol y se les pagaba con fichas de barro que se cambiaban en la tienda de raya, y que hacía deudas heredables. 


Fue el grabador José Guadalupe Posada quien usa a las Calaveras para satirizar esa desigualdad. Diciendo que no importaba que fuese rico o pobre, hacendado o peón, al final sería en el panteón. 


Sin embargo, sería La Calavera garbancera, su mayor obra sátira, una burla a los vendedores de garbanzos que poseían sangre indígena, pero tratando de volverse europeos, renegado de sus verdaderos orígenes. Estas calaveras vestidas con ropas parisinas, bebiendo pulque. Que trataba de criticar, pues la miseria, los errores políticos, la hipocresía de una sociedad afrancesada, siendo personalizada por la Catrina. 


La “Catrina” como la llamó Diego Rivera, es una calavera desnuda con un gran sombrero francés con plumas de avestruz. Queriendo decir que no importaba si estaba en “cueros”, no podía faltar el elegante sombrero parisino con sus grandes plumas. 

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