El lumpen.
Vayamos a las definiciones y después a las observaciones. ¿Qué es lumpen, o el lumpen? La RAE dice que es: ‘Grupo social urbano formado por los individuos socialmente marginados, como indigentes, mendigos, rateros, prostitutas, narcos, criminales y toda esa gente que se le llama, denotativamente, ‘de baja estofa’.
La característica de estas personas es que medran a una sociedad en movimiento, no producen, no forman parte de la fuerza de trabajo, nada aportan. Es, por definición, el sector social más bajo del proletariado, aquel que está desprovisto de conciencia de clase.
Lumpemproletariado es un término propio de la teoría marxista, que fue acuñado por Karl Marx y Friedrich Engels a mediados del siglo XIX en su obra “Ideología alemana”. Lo que veía Marx era que el lumpen proletariado es un estorbo para la organización social con miras a la ‘emancipación del proletariado’ (sea lo que eso fuese.) Componen al lumpenproletariado personas moralmente arruinadas que retroalimentaron sus malos hábitos e indecencias, sin apego a una sana convivencia.
Lo que vemos ahora es que la pobreza aumenta, la riqueza se concentra y el lumpen crece sin forma de detenerlo, en una sociedad atomizada, con intereses contradictorios y menguados recursos, dirigida por políticos variopintos.
Por su connotación peyorativa, el lumpen representa los bajos fondos, en los cuales reinan el crimen, el abuso, la indecencia. Y como resultado de la exclusión social, la indigencia menesterosa e infame (muchas veces cooptada por los mismos criminales, en redes de limosneros sujetos a una cadena delincuencial).
Esta ampliación de contenido del término lumpen, ha permitido aplicarlo también a ese tipo de ‘burgueses’ (gente adinerada) que no aportan, sino que se comportan abusiva, criminal, impunemente, a esos desgraciados se les pone dentro de un conjunto denominado: lumpen burguesía y también son un estorbo para su clase y para la sociedad entera.
Perdona lector, que te haya traído a los bajos fondos, donde pervive la inmoralidad, la pobreza moral y un resentimiento acumulado por décadas. Pero todo lo que has leído hasta aquí, servirá de marco lógico para que lo que a continuación voy a afirmar.
Estamos ante el crecimiento fatal del lumpen político, el cual se conforma con resentidos sociales que no han tenido las oportunidades que otros, han quedado en la ‘banca’ viendo cómo jugaban los otros políticos, exitosos unos, anodinos otros, mientras ellos se hunden más y más en el rencor.
En México se observa claramente cómo el lumpen político (lo peor de lo peor) se ha adueñado de espacios de gestión pública, los cuales les han servido para medrar, por supuesto, y destruir lo que bien o mal puedan. El lumpen político es enemigo de las instituciones, del orden y el desarrollo. En el fondo, un revanchismo harto negativo les hace odiar, dividir, injuriar, denostar, calumniar, con el fin intrínseco de destruir; nunca de construir. Y al lumpen político no le hace falta justificar sus acciones, ellos suponen que están más allá del bien y del mal, sus instintos más primitivos les guían y sin conciencia, no pueden discernir la realidad pues se sustentan en falsedades que ellos mismos crean.
Desprecio, agresión, destrucción, desorden, son las formas de gobernar del lumpen político.
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