DESDE
LA FINCA
No hay verde más verde que
el verde de la finca.- Los fuertes aguaceros de verano,
aunados a los calorones de la canícula, han hecho crecer los ríos y encender
los miles de tonos verdes de cafetales y jinicuiles principalmente, que
agradecidos empiezan a lucir presuntuosos sus abundantes frutos. El viejo
cortador curtido por el tiempo y el trabajo, les cuenta a sus nietos, esta vez
lo acompañaron dos inquietos chilpayates que no paran de preguntar hasta de los
chaquistes, esos feroces mosquitos que en enjambres no para de llenarlos de
rochas.
“El clima ha cambiado porque hemos ofendido mucho a la naturaleza y ya
nos está pasando la factura. Antes, además de los cafetos, las fincas estaban llenas
de árboles de naranja, que además de ofrecer la tan necesaria sombra, daban
tanta fruta, que en algún momento fue un refuerzo de la economía regional. Me
tocó ver cómo salían los camiones cargados de naranja rumbo a la Merced,
también de mangos y plátanos. Había en la ciudad varios comerciantes de fruta
como los Bonilla, antes de hacerse restauranteros, o los Gómez o los Rosete. Es
más, había una fábrica de refresco que le decían “Diversa” que acopiaba también
la fruta de la región. Se hacía el oranchcroch, un refresco de naranja muy
sabroso de moda en los años setentas”. Dejando de momento la pala que ocupa
para arrancar de raíz una vieja mata de café, a fin de sustituirla por una
planta nueva de novedosa variedad resistente a la roya; con visible nostalgia,
comenta: “Eran otros tiempos, m’ijos, la gente se cuidaba entre sí, no había
necesidad ni de cerrar las puertas. O´ra hasta el Apan se va de Coatepec. Qué
tristeza ver que gente que llegó con ilusión y confianza a invertir, tenga que
salir huyendo por recibir amenazas, extorsiones y atentados. No se vale. La
inseguridad no solo no se detiene sino que cada vez crece más. El supuestamente
más chingón que iba a llegar a acabar con la delincuencia en seis meses, no ha
podido controlar ni a sus empleados, pos ninguno le da resultados y pareciera
que no hay dependencias que trabajen en ningún rubro. ¿No que muy sacalepunta…
o le estarán haciendo brujería con magia Negra”?
La Santa, la capea y la
mora.- “Apúrense mocosos, hay que terminar el surco porque nos
vamos temprano a la fiesta de Xico, hay que ir a santiguarse con la Virgen de
la Magdalena que hoy es su fiesta y hay que llegar a la vaquillada y a comer mole
con la tía Nena”. El mayor de los chamacos, con la chispa de la infantil
inocencia, pero con la malicia de ser el más abusao, le inquiere: “Abuelo, no
fue Virgen, fue Santa; y ya no habrá vaquillada porque lo prohíbe la ley que
protege a los animales, pero como el gober fue a pararse el cuello con las
tradiciones y a quedar bien, o’ra se llama ‘encierro y capea’. Y tú no quieres
ir ni a la iglesia, ni al museo de los vestidos o taurino, ni a comer, ni te
registraste para entrar a torear animales de 400 kilos dando tu tipo de sangre
y si eres alérgico a algún medicamento; tú tienes prisa porque quieres llegar a
echarte tu verde y tu mora, que eso sí, no falta para ambientar a propios y
extraños que llegan por miles a disfrutar las fiestas de este pueblo que se
desborda en manifestaciones de fe, y que es generoso y hospitalario. Además que
es tu cumpleaños abuelo. Felicidades.
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