domingo, 14 de mayo de 2017


DESDE LA FINCA


El tres de mayo, Día de la Santa Cruz.- Hubo jelengue en el cafetal el pasado 3 de mayo, como es tradicional, pusieron un paño blanco en el tronco en forma de cruz del jinicuil más grande de la finca.
Lo adornaron con flores y encendieron veladoras. Lo han hecho durante mucho tiempo. Ese día llevaron bastimento de más y el patrón se discutió con unos litros de aguardiente de Mahuixtlán. Es parte de la fe de los cortadores que además de su trabajo, ponen devoción y esperanza en el cafetal que durante años, les ha permitido dar sustento a su familia. No se habló de política. Entre taco y trago se quejaban de que otra vez el centro, sobre todo alrededor del mercado, está invadido por los necios ambulantes que no entienden que deben trabajar de manera ordenada y no invadiendo las calles donde no deben, ni hacer competencia desleal. El más viejo, ya con unos huachicoles adentro, haciendo un gesto por el flamazo y sosteniendo media naranja en la otra mano, afirmó: “Mientras esté el doctor de alcalde, esto nunca se va a acabar. Está dejando a Coatepec hecho un asco; de ambulantes, de tráfico y de desorden. Cuando a la cabeza no le interesa, lo demás ya valió madres”. Todos guardaron silencio al pie de la cruz recién vestida y para no amargar el rato, mejor le volvieron a llenar el vaso y le acercaron otra “doblada” de salsa, calentada en las brasas. Cambiaron la charla y continuaron el festejo hasta ya caída la tarde.


San Isidro Labrador, quita el agua y pon el sol.- Mientras los cortadores continuaban con el ritual sagrado de celebrar la “vestida de la cruz”, las mujeres hacían los planes del siguiente festejo. Esas mujeres valientes que no recibieron regalo el pasado 10 de mayo, porque prefirieron compararle zapatos al chiquitillo. Esas que al igual que los hombres se fletan de sol a sol en el jornal, pero además preparan los bastimentos y hacen la lumbre. Esas heroínas que cargan al chilpayate en la espalda con el reboso, pero no dejan de jalar las matas de café recogiendo el abundante grano rojo. A ellas les corresponde preparar la próxima festividad: la de San Isidro Labrador; patrono de los campesinos. Comentan que tendrán que trabajar de más, porque en el palacio ya les dijeron que no les van a dar ni para cuetes. Pa acabarla de amolar, los candidatos que en otras ocasiones pagaban la música, ahora no traen ni para ellos. Las campañas de pura saliva y suela, dicen. Si acaso te dan un folletito, pero de ahí en fuera, nomás se ve el arguende que se traen con eso de que les renuncian sus panillas o su comité por aquello de la imposición en las regidurías primeras, donde hay mano negra de padrinos y de candidatos. Sin embargo con fe y con pasión, se celebrará al Santo patrono, pidiéndole que llueva, pero no tanto y que haga calor pero no demasiado. Campo Viejo y Bella Esperanza, tendrán su festividad tradicional anual.

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