Gregorio
Jácome Moreno
Desvíos
electorales
¿Quién
le cree al Senador Héctor Yunes cuando asegura que no recibió dinero del
entonces gobernador Javier Duarte para su campaña? Nadie. ¿Quién le cree al
asesor político Fernando Vásquez Rigada cuando afirma que tampoco recibió ni un
solo peso del gobierno del estado como pago por sus servicios de consultoría
durante la misma campaña? Tampoco nadie. En el caso del Senador Yunes es bien
sabido que en política existen reglas no escritas, una de ellas obliga al
gobernador en turno a apoyar con capital político y financiero al candidato de
su propio partido, en este caso el PRI. Evidentemente todo sin facturación
visible.
En
lo que se refiere a Vásquez Rigada, de todo el medio político veracruzano fue
conocido que su empresa fue la encargada de llevar a cabo los trabajos de
asesoría y marketing político para la campaña de Héctor Yunes, luego entonces a
cambio, como empresa, debería de recibir un pago por esos servicios. Lo cual es
válido. El problema es la cantidad y el origen de tales recursos. Como sabemos
la información de los 1,300 millones de pesos desviados, sale desde la cárcel,
según un audio en el que la voz es atribuida a Arturo Bermúdez, entonces
Secretario de Seguridad Pública de Javier Duarte, quien supuestamente custodió
la entrega de dicha cantidad. Lo que allí se escucha fue complementado un día
después mediante una carta escrita en un papel y firmada por el propio Bermúdez,
que “alguien” le hizo llegar al periódico “Notiver”.
En
todo este entramado sin duda se ve la mano del gobernador Miguel Ángel Yunes,
es su modus operandi, primero armó el escándalo –como el de Eva Cadena– luego
acuso ante la fiscalía, luego investigó y al final juzgó. De cualquier modo,
con las partes involucradas detenidas, como Arturo Bermúdez y Javier Duarte,
infiero que Héctor Yunes no saldrá políticamente ileso, ni tampoco Manlio Fabio
Beltrones, quien en calidad de Presidente del CEN del PRI operó con ese recurso
en Veracruz el famoso proyecto fallido “Zafiro”, no funciono porque los
operadores priístas robaron su propio dinero.
En
fin, de todo ello habrá que preguntarse quién resulta beneficiado de todo este
escándalo. Al interior del PRI podría hablarse del otro Senador José Yunes
quien al debilitarse políticamente Héctor Yunes quedaría como el único
aspirante con posibilidades para competir por la gubernatura el próximo año,
falso; para ganar Pepe necesita de Héctor y viceversa, si el PRI se fractura,
si uno de los dos se va en señal de rebeldía al no resultar favorecido con la
candidatura, el PRI volverá a perder. No aguanta ya más divisiones internas.
Aquí
el único favorecido de los golpes mediáticos que el gobernador le ha dado y le
seguirá propinando tanto a MORENA como al PRI, es Miguel Ángel Yunes Márquez,
él gana de todo ello sin mancharse, su papá es el que está haciendo el trabajo
político por él, seis años en la gubernatura son seis años. Por ello este
domingo cuando ambos se vean no será difícil imaginar la escena en el que el
primogénito le dirá a su papá algo así como: “Por tu tiempo, por tu apoyo, por
tu dedicación, por tu amor, por todo y más, gracias papá”. Y el gobernador le
responderá con una sonrisa de oreja a oreja: “Nunca olvides que te amo, la vida
está llena de momentos difíciles y momentos bellos, aprende todo lo que puedas
de mí y sé el hombre que yo sé que puedes ser”.
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