lunes, 18 de septiembre de 2017

Cerca del Cielo.
Por: José Ramón Flores Viveros.
Lo importante de la fe.
Los diputados federales donarán un día de su dieta, para los damnificados del sismo de 8.2 grados que afectó localidades de Oaxaca y Chiapas, informó el presidente de la Junta de Coordinación Politica, el panista Marko Cortes.

Es muy bueno este gesto de nuestros representantes en el Congreso de la Unión. Pero ojalá y esto no vaya a provocarles un desequilibrio financiero… con medio día hubiera sido suficiente.
Qué importante es, desde siempre, predicar con el ejemplo en el seno familiar. Es la base para fabricar buenos ciudadanos. Hoy escuchaba hablar en un noticiero a Marcos Velásquez, triatlonista y atleta de muy alto rendimiento. Ha competido nadando en mar abierto, corre grandes distancias en bicicleta y a pie. No consigue llegar en los primeros lugares y confesó que cuando hace contacto con las aguas profundas y traicioneras del océano es víctima de miedo, de terror. Lo insólito de este muchacho es que aprendió a nadar a los 36 años de edad y es ciego.
Su lema es “No intento nada. Logro todo”. Me hizo recordar que muchas veces o casi siempre, cuando escalaba, desde meses antes de llegar a la montaña, era presa de una angustiante y terrorífica ansiedad conforme se acercaba la fecha para salir a la montaña. Mi miedo era algo muy especial. Este temor además siempre me ha provocado mucha vergüenza también. Al escuchar a este admirable muchacho me hace sentir mejor al darme cuenta que el miedo es totalmente humano y no debe de ser motivo de pena o vergüenza.
En Bolivia llegué al miedo extremo cuando ya estábamos en la impresionante y bellísima Cordillera Blanca. Poco falto para que tomara mis herramientas y regresara repentinamente a México. Dice Marcos que es fundamental la preparación, pero que lo vital “es creértela”, “Soñar, pero sobre todo realizar los sueños”.
Que importante es sembrar en nuestros niños la confianza y la fe en ellos mismos. Ricardo Torres Nava, con mucho orgullo habla  de su madre, que siempre le repetía que si se preparaba y soñaba mucho, pero sobre todo que si creía en él mismo de manera ciega, conseguiría todo lo que se propusiera. La influencia y confianza de ella fue definitiva para que años más tarde Ricardo, se convirtiera en el primer latino y mexicano en conquistar la cumbre de la montaña más alta del planeta; el Everest. Ella murió desafortunadamente de cáncer, y aun en los peores momentos de la enfermedad -me lo platico el Richard- ponía música y le pedía que bailaran.
También lo contrario, decirle a un niño que es un tonto, mofarse de sus ilusiones, provoca miedo, mucho miedo y desconfianza absoluta en uno mismo. La vida no es fácil, alguien podría argumentar esto para no ser un soñador, y es una verdad absoluta también, pero que sin esa dosis de fantasía para vivirla, pierde su magia y fantasía, que también es parte de la existencia.

Me hizo también recordar que el Everest ya fue conquistado por un invidente, alguien me envió un video donde se ven adultos mayores de 100 años festejando de la manera más increíble. No cabe duda de que la vejez y la inmovilidad, la falta de entusiasmo, cuando se llega a estas circunstancias, están solo en la mente. La estática también genera muchas enfermedades físicas y emocionales. Es mucho lo que nos enseñan quienes en lugar de abandonarse, y tendrían razones de sobra para hacerlo, se deciden a vivir al tope sin importar que les tocó bailar con la más fea.

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