lunes, 30 de octubre de 2017

BOSQUE JOVEN
Por: Arlette Vera Beltrán

Día de Muertos Orgánico

“Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida”
Mario Benedetti

El mes de noviembre está cada vez más cerca y con él está a punto de llegar la celebración del Día de Muertos, una hermosa tradición mexicana de raíces prehispánicas, dedicada a honrar a quienes han fallecido, a través de altares y ofrendas que incluyen los platillos que preferían en vida. Me encantan los días de octubre y noviembre, después de las lluvias. Recuerdo esta época cada año porque es mi favorita: el clima es maravilloso, el campo empieza a cambiar de color y el aire es limpio y nos permite ver claramente los volcanes.


El clima en Coatepec es perfecto, con días soleados y noches frescas. El cielo se ve profundamente azul y por la noche las estrellas brillan. A mí me da una impresión de limpieza y siento mucha energía, sobre todo ver el sol elevarse atrás de los volcanes es un regalo diario. ¡Qué belleza!
Estos días marcan un momento de celebración, una pausa en nuestras vidas tan apuradas, una reflexión sobre la muerte y, sobre todo, el recuerdo de los seres queridos que ya no están con nosotros. En muchas casas hay altares adornados con flores, velas, incienso, papel picado, calaveras de azúcar, platillos y bebidas que se “ofrecen” al difunto, todo en celebración de esta tradición prehispánica.
El uso de papel picado es sin duda una de las principales fuentes de residuos a lo largo del Día de Muertos, por lo que es muy importante que cuando se utilice como parte de la decoración nos aseguremos de que éste pueda ser reciclado posteriormente separándolo del resto de la basura. Aunque para quienes cuentan con un poco más de habilidad, también existe la opción de fabricarlo con material reciclado, como viejas envolturas de regalo o papel restante de trabajos escolares.
Las veladoras artesanales fabricadas con cera de soya o de abeja pueden ser excelentes alternativas para evitar las parafinas elaboradas con petróleo, además de lucir bien son mucho más amigables con el medio ambiente. Y ya entrados en la decoración no olvides guardar la mayor cantidad posible de adornos, ya que esto te permitirá ahorrar el próximo año y reducirá considerablemente la cantidad de desechos al final de la celebración.
Un ícono del Día de Muertos son las flores de cempasúchil, cuyo tallo puede medir hasta un metro de altura, mientras que sus cautivadores botones de un color amarillo intenso, pueden alcanzar hasta cinco centímetros de diámetro, convirtiéndola en una protagonista más que digna para esta celebración a la que se destina aproximadamente el 90% de su producción anual.
Adquirir plantas en maceta en los mercados locales te permitirá conservarlas con vida una vez finalizada la celebración, aunque si lo prefieres también puedes comprarlas orgánicas para asegurarte de que fueron cultivadas sin pesticidas. A propósito ¿sabías que a esta planta se le atribuyen grandes cualidades contra el dolor estomacal?

El día de Muertos es una celebración de la naturaleza. México es un país tan lindo y extraordinario, que cuidarlo es nuestro deber. Los altares brillan por su naturaleza y finalmente, al terminar la celebración, todo se puede reciclar o pasar a la composta. El Día de Muertos no sólo es una celebración de la muerte sino también de la vida. Entonces cuídate, no comas demasiada azúcar, no tires basura y protege al medio ambiente. Busca la cuenta de Bosque Joven en Facebook o por correo electrónico al espresso_bosquejoven@hotmail.com y envía una foto de tu altar de muertos. ¡Conservemos nuestras tradiciones!

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