lunes, 30 de octubre de 2017

Tradiciones arraigadas
Por: Yamileth Abigail Hernández Ramírez

El Día de Muertos o el día de los Santos Difuntos viene arraigada desde hace muchos años. Es una tradición de nuestros antepasados y muy apreciada, pues en diferentes partes del mundo es celebrada, cada país con sus respectivas características e ideas.

Para algunos jóvenes es emocionante recibir estas fechas con un altar, papel picado, tamales, chocolate, pan de muerto y adornos acordes a la celebración; para algunos más, no le dan tanta importancia. Aunque los jóvenes de prepa, aunque podría decir por mi propia boca que, aún tenemos ese tipo de emoción y ganas de adornar y pasárnosla bien en ese día, de recordar a nuestros abuelitos fallecidos o seres queridos que ya están en el cielo.
Algunas actividades que sólo en México se realizan son las ofrendas, platillos,  flores de cempaxúchitl y distintas ceremonias religiosas, comienza el 1 de noviembre con la llegada de los niños fallecidos y  el segundo día con la de los adultos. Es común en esta fecha acudir al panteón a visitar a nuestros muertos, colocar una ofrenda en casa, con la comida que más les gustaba disfrutar en vida. Sus espíritus permanecen estos días con nosotros para después, regresar al más allá.
En Oaxaca, Mixquic, Patzcuáro y  otras regiones del país, son reconocidas por sus especiales ceremonias que se realizan en esta fecha, miles de citadinos y turistas acuden a estos lugares a presenciar los festejos de Día de Muertos.
Cada uno de los objetos que se ponen en la ofrenda o mejor conocido como “altar de muertos” tiene su propio significado. Por ejemplo el arco representa la entrada al mundo de los muertos y está adornado con flores y, en algunos casos, frutos. El papel picado representa el viento, y casi siempre incluye diseños basados en el trabajo de José Guadalupe Posada. Un vaso de agua sirve para calmar la sed del espíritu; el fuego se representa con velas, veladoras y cirios encendidos; la tierra, con semillas y frutos. Las calaveras de azúcar, incienso, flores, palma, son algunos otros elementos que sirven para decorar el altar.
Es común en las escuelas festejarla con convivios, concursos de catrinas y catrines, chocolate y tamales. Aunque podríamos decir que ahora está más de moda decir que el Halloween nos invade. Pero tengámoslo presente, nuestras tradiciones deben seguir perdurando, que no se nos olvide de dónde venimos.
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