EDITORIAL
Uno
de los temas que en esta semana ocupa las notas principales de los medios es,
sin duda, la aprobación en la Cámara de Diputados y el análisis en la de
Senadores, de la Ley de Seguridad Interior.
Esta
ley, define y detalla la actuación de las Fuerzas Armadas en tareas de
seguridad pública y define ante qué situaciones los militares pueden actuar. En
tan sólo 34 artículos y cuatro transitorios, se detalla que la intervención de
las Fuerzas Armadas en estados y municipios deberá tener temporalidad y no
podrán excederse de un año; sin embargo, podrá prorrogarse por decisión del Presidente
si persiste la amenaza a la seguridad interior. Además, el apoyo a los estados
estará sujeto a la colaboración de las entidades.
Desde
hace 11 años, el entonces presidente de la República, Felipe Calderón, tomó la
decisión de sacar al Ejército de sus cuarteles para combatir al crimen
organizado, sin embargo, no existe aún un marco normativo de actuación para las
fuerzas castrenses en tareas de seguridad pública.
Un
tema que provocó opiniones en contra, fue si habría represión por parte del
Ejército durante las protestas sociales, al considerarlas como una amenaza a la
seguridad interior, pero en este nuevo documento se incluyó, de manera expresa,
la prohibición a que la Ley de Seguridad Interior sea utilizada en
manifestaciones sociales o políticas no violentas.
Se
autoriza el uso legítimo de la fuerza a las Fuerzas Armadas y se prevé la
utilización racional y proporcional de técnicas, tácticas, métodos, armamento y
protocolos de sus elementos para controlar, repeler o neutralizar actos de
resistencia, según sus características y modos de ejecución. Prevé un artículo
donde se explica que en los actos realizados durante las intervenciones se
deberá “preservar, en todo momento y sin excepción los derechos humanos y sus
garantías”. Pero también considera que en los actos de perturbación grave de la
paz pública que ponga a la sociedad en grave peligro o conflicto, podría haber
suspensión de derechos.
Con
opiniones encontradas de diversos sectores, algunos a favor y otros en contra, dicha
ley está se analiza en el Senado de la República por las comisiones de Marina,
Defensa Nacional, Gobernación, Estudios Legislativos y de Puntos
Constitucionales, que ya revisan la minuta y decidirán si se turna al pleno.
Sin
duda la inseguridad ha rebasado a las corporaciones tradicionales y algunos ven
necesaria la intervención de las fuerzas armadas, pero debidamente moderadas
para evitar abusos o la militarización del país. Sin duda un tema que seguirá
dando de qué hablar.
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