El fin de semana pasado fue diferente y fuera de lo común en el aspecto político. El cambio de poderes transformó la dinámica ordinaria al iniciar desde la madrugada del sábado 1 de diciembre con la toma de protesta del Gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jiménez, quien solicitó que la Sesión solemne del Congreso se realizara al primer minuto de ese histórico día.
Primero el protocolo formal, como lo marca la ley, en el pleno de la LXV Legislatura, con un discurso donde privilegió la atención a las familias de los desaparecidos; compromiso de hacer las cosas bien y de trabajar por un mejor Veracruz. Declaró el estado en Crisis Humanitaria y avisa de un recorte a los sueldos y privilegios en el gobierno. Cuitláhuac García es el primer mandatario de izquierda en la entidad, lo que supone un cambio de ruta en la forma de gobernar. Luego fuera del protocolo, gran verbena en la Plaza Lerdo, donde tomó protesta a su gabinete legal y ampliado. Ahí su discurso versó sobre el Plan de Desarrollo Veracruzano (PVD).
El domingo se vivió con euforia en el país pero sobre todo en la ciudad de México con la asunción de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de la República. La sesión en el Congreso de la Unión con la asistencia de muchos mandatarios invitados de otros países tanto de los catalogados como de Izquierda, como reyes, ministros y una importante comitiva delos Estados Unidos. Luego el AMLO-fest en el zócalo capitalino con miles de personas que acudieron a escuchar al Presidente de la República en un acto masivo. Siguió la fiesta y al día siguiente, el propio Presidente vino a Xalapa en su primera gira oficial.
Nadie dirá jamás que Cuitláhuac García Jiménez inició mal su sexenio. En la historia de Veracruz, pocos son los exgobernadores que podrían presumir haber tenido al mismísimo Presidente de la República junto a ellos en la capital del estado, durante las primeras horas de su asunción del cargo.
Con López Obrador apoyándole, Cuitláhuac vistió de esplendor el centro político de la ciudad. Semanas antes habló del respaldo financiero que la federación dará a Veracruz para que pueda afrontar los primeros meses de gestión, después de la interminable crisis en las finanzas públicas locales. Habló de la situación grave y delicada en torno a la lucha contra la delincuencia, los miles de desaparecidos y las decenas o centenas de fosas de cadáveres que existen a lo largo de la entidad.
López Obrador soltó su primer discurso presidencial en el territorio jarocho. Junto a él, Cuitláhuac, Anuncio la creación de nueve universidades públicas y la extraordinaria cobertura de sus generosos programas sociales que ayudarán a reactivar la economía veracruzana.
El Presidente de la República vino a dar el espaldarazo al gobernador. Pero también a exigirle resultados con su presencia. López Obrador lo dijo rotundo en cadena nacional. No puede fallar a la población que lo llevó al ansiado cargo que deseaba: convertirse en el primer Presidente de la República surgido de la izquierda.
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