lunes, 9 de septiembre de 2019

Columna 33 Por Carlos Lucio Acosta


Las banquetas de la ciudad de Xalapa son auténticas trampas mortales para el peatón común y enorme peligro al visitante nacional o extranjero. La falta de mantenimiento responsable ha originado que, si no todos, al menos algunos de los usuarios cotidianos o foráneos, sufrieron fracturas de piernas, brazos o caderas, al pisar de forma accidental las tapas oxidadas o de madera en mal estado de los registros domiciliarios de agua potable, colocados a la mitad de la banqueta.

En similar circunstancia se encuentran los cableados subterráneos de las empresas Teléfonos de México, S.A. (TELMEX) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), los cuales provocan serios hundimientos en el arroyo vehicular, en calles, avenidas, sino también cuando invaden aceras. Poco o nada se han ocupado sobre el deterioro de estas vías peatonales localizadas en arterias del centro de la ciudad y en las diferentes colonias o en congregaciones. Es posible que algunos opinen que el tema no merece la menor atención, porque las anomalías señaladas son producto del deterioro natural. Pues, fíjese que no. Ni el tiempo ni el peatón tienen vela en el entierro. Las instituciones públicas y privadas son las únicas responsables de las pésimas condiciones materiales de las banquetas.

En primer lugar la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Xalapa (CMAS), en segundo, la empresa Teléfonos de México, S.A. (TELMEX) y en tercero, la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Los más recientes ayuntamientos de la capital de Veracruz, se han preocupado por embellecer y florear la ciudad de acuerdo a dictados personales del alcalde en turno, de grupos políticos, asociaciones religiosas o tendencias culturales. Fachadas de casas y edificios, plazas, parques, jardines, calles, avenidas, alumbrado y limpia colectiva, expresan parte de la fisonomía de la Xalapa antigua, la moderna y de las tendencias futuras.

Resaltar la vida y la obra de cronistas, ensayistas, periodistas, poetas, escritores, escultores y cuentistas, ocupan el ornato de una sociedad conservadora de sus tradiciones, leyendas, mitos e historia. El municipio de Xalapa (está formado por 55 localidades, de las cuales 50 son rurales y cinco urbanas, con población estimada en un poco más de 482 mil 710 habitantes y su principal actividad económica descansa en la prestación de servicios privados) inició una de sus peores etapas.

¿El actual ayuntamiento no tiene la suficiente capacidad jurídica para jalar orejas a CMAS, TELMEX y CFE? La primera de ellas municipal, la segunda privada y la tercera federal. Los integrantes de las 16 asociaciones civiles apoyadas por el ayuntamiento a través de la dirección de Participación Ciudadana, ¿no han detectado este problema de fuerte impacto social? ¿No incluyen en el Plan Municipal de Desarrollo 2018-2021, el mantenimiento de banquetas? El caminar por una de las aceras de Revolución, a la altura de la Catedral Metropolitana de Xalapa, se corre el riesgo de resbalar por lo liso de las planchas de piedra.

Esta es una propuesta para el beneficio de las personas que transitan por una de las principales arterias de la ciudad en la que nacieron personajes de la talla del político Antonio López de Santa Anna, del escritor Sergio Galindo, del médico Rafael Lucio Nájera, del educador Humberto Servín Arcos y del campeón de lucha libre Octagón. Que el trabajo de las 18 direcciones, 29 subdirecciones y tres organismos públicos descentralizados se vea, no solo se publicite. Es increíble que el Plan de Desarrollo 2018-2021, no considere el mantenimiento de obras tan evidentes como el mantenimiento de registros de agua potable, alcantarillado, de Teléfonos de México y de energía eléctrica. Increíble, pero cierto.

carlos.lucioacosta@rocketmail.com



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