Un joven camina por una congestionada avenida, escucha una canción del grupo Twenty one pilots, Heathens en su teléfono, usando los auriculares; se escurre entre los otros viandantes, ignora a los vendedores que le ofrecen sus productos, no mira a la señora que por accidente ha tirado sus bolsas del mandado, absorto se dirige hacia una de las zonas más transitadas, por gracia de los dioses de la suerte y la fortuna logra pasar sin sobresaltos. En la calle más tranquila, en donde hay poco tráfico, mira pasar una camioneta llena de cajas, luego pasa él, en unos instantes la camioneta regresa de reversa atropellándolo, causándole lesiones graves.
No contar con el sentido del oído en uno de los medios más peligrosos de la civilización es sencillamente inconcebible, dejamos de percibir muchas señales del entorno que nos avisan de muchos riesgos, eso nos coloca en una franca condición de indefensión. El joven atropellado en la descripción inicial no escuchó al vehículo de carga viniendo de reversa, usted sabe bien cómo se escucha un automotor marchando hacia atrás.
Veamos qué le hacen los audífonos a la persona que los usa al caminar o manejar: primeramente el sujeto se aísla de la realidad, se sume en su propio mundo artificial, virtual o de fantasía, renunciando a lo que el mundo real le significa, la comunicación entre él y los demás se corta, no hay manera de recibir una respuesta si se envía una pregunta.
Una vez distraído el usuario de la vía pública puede mirar, pero no atiende lo que ve, no procesa la información, no del modo racional y crítico, desdeña cualquier dato que pudiera serle útil para tomar decisiones seguras, sí, el peatón o conductor con auriculares no decide con plenitud, lo hace sin estar presente.
Ya sabe usted que los Estados Unidos de América es el país de las encuestas y las estadísticas, un estudio realizado entre el año 2004 y 2012 por varias autoridades y que tuvo como objeto de estudio a los Hospitales, en donde monitorearon el número de personas atropelladas o siniestradas en sus vehículos y que se supo que usaban auriculares al momento del incidente vial. Los resultados fueron alarmantes, un porcentaje elevado de personas accidentadas usaban audífonos al momento del siniestro, todos menores de 30 años y la gran mayoría (68 %) eran varones.
Lamentablemente en nuestro país esos fenómenos no son dignos de estudio, ojalá las universidades, las autoridades correspondientes o un particular interesado abra un expediente para entender cómo nos va en ese sentido. Por otra parte las empresas de electrónica están manufacturando audífonos más poderosos, con mejor aislante de ruido, es decir, con una más alta capacidad para sustraer al sujeto.
Por otra parte, muchos expertos en salud auditiva (otorrinolaringólogos) afirman que los auriculares dañan, con el uso prolongado y altos volúmenes, la membrana auditiva, el oído medio y podría vivir el resto de sus días con la sensación de oído tapado, mareos e inflamaciones dolorosas, además de sordo. Use a volumen medio (80 decibeles como máximo) y no más de dos horas al día, obviamente no use los auriculares mientras camina o maneja.
De momento, le solicitamos a usted, joven peatón o conductor que evite en lo humana y racionalmente posible usar cualquier tipo de audífonos en la vialidad, ponga atención al entorno, permítase recibir la información que fluye y que le ayudará a pasar del otro lado sin contratiempos.
Le agradezco el favor de su tiempo al leernos, tenga buen día y buen trayecto. Comentarios a: jojerihmx@gmail.com
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