No hay plazo que no se cumpla, nuestro país entra a la tercera fase de la pandemia del COVID-19. La evidencia de una sociedad polarizada que no asume las recomendaciones para “aplanar la curva”, el tema de no querer resguardarse en casa, de no usar el cubre bocas para salvar la vida o para alejar el contagio por las vías disponibles para que el virus no se aloje en el organismo, de olvidar las acciones de prevenir el estornudo instantáneo y rociar al ambiente con las pequeñas gotas de saliva e ignorar el uso frecuente del gel anti bacterial.
Algunas familias insisten en abarrotar los supermercados asistiendo con ancianitos, con niñitos, exponiéndolos a un contagio seguro. Algunos parques habían permanecido vigilados, encintados con tiras de plástico que prevenían la indicación de no rebasarlas y de esa manera desalentar la concentración masiva de personas, no obstante, la súplica de colaborar en prevenir el contagio, los menores de edad son los primeros en burlar las recomendaciones sanitarias.
Una sociedad incrédula, indolente e irreverente que puede inclinar la balanza hacia el fracaso nacional durante la contingencia. Pronto veremos que los tres niveles de gobierno quedarán relajadísimos ante la presencia amenazante del coronavirus. Y como si fuera poco, la agenda nacional presentó sus entretelones para distraer la opinión publica de este chairo gobierno.
El teatro del jalón de orejas oficial ante una empresa televisiva permanente aliada a los intereses oficiales, todo porque el comunicador Javier Alatorre arengara al espectador a desconfiar de la perorata de López Gatell en sus comparecencias en el salón Tesorería de Palacio Nacional perfectamente complacido y supervisado por el ejecutivo federal quien no quita la mirada de sus ministros y subordinados.
Por otro punto de la escena nacional, supimos del tema de la reunión de la OPEP y el comportamiento de Rocío Nahle, la propuesta de solución que el presidente norteamericano tenía preparada, son detalles clásicos de la intervención norteamericana en la toma de decisiones en materia comercial y energética.
Del tema de la caída del precio del petróleo y la construcción de la refinería de Dos Bocas es conveniente que se acerque a los detalles, seguro que se sorprenderá.
Ahora el ejecutivo nos sorprende con el Decreto de Austeridad, mismo que es una dosis de autoritarismo. Seguro que los héroes de nuestra historia utilizados por la 4T para servir de telón del régimen vomitan diariamente al escuchar a López, el tabasqueño.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
No hay comentarios.:
Publicar un comentario