Ciudadanizar y Profesionalizar
la Política
Estamos
a un año de la próxima elección, considerada como intermedia, en la que estarán
en juego, solo en Veracruz, más de 1,300 espacios públicos, entre cargos de
elección directa, plurinominales y Cabildos completos, ya que se renovarán las
212 Presidencias Municipales, el Congreso del Estado y la Cámara de Diputados
del Congreso de la Unión.
Enumerar
los cargos públicos que estarán en disputa es fácil, lo importante y a la vez
difícil, es distinguir qué partido o qué persona vale la pena para otorgarle el
voto. Es donde surge una pregunta interesante ¿Cuáles son los elementos y los
criterios que la ciudadanía toma en cuenta al momento de elegir? La respuesta
es muy amplia, vaga, inexacta, confusa y hasta contradictoria; es decir, los
elementos y los criterios son muy diversos, variados y diferentes entre cada
persona.
Cada
año electoral tenemos partidos políticos, y ahora también candidatos
independientes, que se lanzan por el electorado, no solo el registrado en la
lista nominal (los que tienen derecho de votar), sino por todos aquellos, inscritos
o no, pero que de una u otra manera influyen en los que sí tienen ese derecho.
Ofertas
políticas, propuestas de todo tipo, discursos, mensajes, llamados a la puerta, recursos,
favores, apoyos, promesas, dinero, etc., y se pueden agregar más elementos a la
lista de lo que nos espera el próximo año. Si bien la mayoría de estos
elementos están totalmente prohibidos por la Ley, algunos tienen el objetivo de
llegar a la conciencia de la ciudadanía.
A
pesar de los grandes pasos que se han dado por fortalecer la democracia y
blindar cada proceso electoral de actos ilegales, es muy lamentable que aún
siguen existiendo prácticas antidemocráticas e ilegales que tienen como
finalidad influir en la decisión del electorado y burlar y vulnerar nuestra
democracia, por encima de una institución que ha demostrado, en los últimos 20
años, ser una de las instituciones más sólidas en nuestro país y una de las más
reconocidas y prestigiosas del mundo.
Vivimos
en una partidocracia, donde los partidos políticos cuentan con las mayores
ventajas, lo sé, porque lo vivimos el proceso local pasado en el que
participamos con una Candidatura Independiente; queramos o no, los partidos
políticos siguen siendo el mejor medio, de acuerdo a las reglas que se han
impuesto.
Sin
embargo, a lo largo de nuestra vida electoral y más evidente al momento de
ejercer el cargo público, nos damos cuenta que los partidos políticos cambian y
se transforman al momento de gobernar; de ahí el repudio que la sociedad
expresa para los partidos políticos y para la clase política en general; y
podemos decir que se lo han ganado con creces; ejemplos tenemos muchos con
Diputados Locales y Presidentes Municipales desaforados por inexpertos,
prepotentes, incapaces y faltos de ética y profesionalismo; pero, ¿nos queda
otra opción?.
Desde
luego que sí. La diferencia la hace la persona, la mujer y el hombre con
verdaderos valores y principios y que, a la vez, posea los estudios y la
experiencia profesional para encarar todo reto público.
¿Qué
es lo que nos falta? Desde mi punto de vista “Ciudadanizar y Profesionalizar la
Política”; lo que se traduce sencillamente en dos cosas: por un lado, que
quienes aspiren a un cargo público no solo sean honestos, sino capaces
profesionalmente para encarar el reto y, por otro lado, que la ciudadanía, al
momento de emitir su voto, cuenta con los elementos idóneos para elegir a las
mejores mujeres y los mejores hombres que Veracruz necesita.
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