El Arroyo
(Fragmento)
No descansas jamás... y
alegre y puro,
murmurador y manso,
corriendo vas sobre tu
cauce duro...
¡Yo también como tú
corro y murmuro,
yo también como tú
jamás descanso!
¡Yo camino al vaivén de
mis dolores,
tú con ala de céfiro
caminas,
tú feliz más que yo,
por entre flores,
yo helado más que tú,
por entre espinas!
¡Oh gentil arroyuelo
cristalino!
Quisiera, en tu camino,
ser una flor abandonada
y sola;
rambla de arena en tu
brillante cauce,
sombra de un cisne,
atravesar en tu ola,
o en tu orilla temblar,
sombra de un sauce;
yo quisiera ser tu
brisa lisonjera,
ser no más una gota de
tu lodo,
un eco de tu voz...
porque quisiera,
menos alma que piensa,
serlo todo!
Salvador Díaz Mirón
Invitado por María Enriqueta a la Hacienda El Trianón
El poeta dijo esta poesía al conocer el Río Huehueyapan.
(Dato proporcionado por el Lic. Manolo Fernández Ávila
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