lunes, 3 de mayo de 2021

La seguridad vial y la música - Por Jesús Ricaño Herrera


Armando aborda su auto, quizás movido por la memoria muscular lo siguiente que hace una vez se coloca el cinturón de seguridad y después de encender el vehículo, es activar su sistema de sonido, busca una canción en especial, desde hace varias horas tararea esa tonada, no puede sacarla de su mente, se ha convertido en una obsesión, mientras avanza al fin la encuentra, ajusta el volumen y se acomoda en su asiento, avanza hacia una calle transitada, coronada con una señal de ALTO, cantaba y danzaba sentado, se mueve en su automóvil no es consciente de ello, cuando reacciona y desea parar al percatarse del problema, no tiene tiempo para aplicar los frenos, lo intenta, pero es inevitable, se impacta en ángulo contra un taxi, todo de pronto se detiene de modo violento.


No hay en el mundo investigaciones profundas sobre cómo afecta escuchar música el acto de ir de un lugar a otro ya sea a pie o al mando de un vehículo, he buscado esos documentos para platicarlos con usted y lo que encuentro son pequeños datos y la recurrente queja de que no se ha estudiado este tema a fondo, así que le compartiré lo poco que conozco de este aspecto humano. 


Para comenzar hemos de señalar que la música es una de las bondades que la cultura nos proporciona, es buena para nuestra humanidad, nos relaja, nos alegra, nos lleva a recordar buenos o malos momentos, a algunos los ayuda a estudiar y a otros a reflexionar sobre la vida, escucharla para nada es negativo a no ser que hablemos de usar audífonos que como ya hemos platicado antes dañan la membrana auditiva, el tímpano o los huesillos del oído si se usan de modo prolongado con secuelas severas, escuchar música a un volumen exagerado altera los nervios, si rebasamos el nivel de decibeles (arriba de 85 decibelios) seguramente causaremos molestias a otros.


Ahora, caminar o conducir son quehaceres que requieren de nuestra total concentración ya que habremos de movernos en uno de los medios más peligrosos del planeta y se requiere estar atentos, cualquier distracción nos llevará a tener problemas, lamentablemente la música tiene efectos en la psicología de las personas de manera necesaria, en un automotor escuchamos algunas piezas musicales buscando un objetivo, tratar de evadir los sonidos del ambiente, hacerle frente al tedio del tránsito lento, simple distracción, otros la usarán para compensar la somnolencia o dejar de pensar en cosas que quitan la calma, sin embargo, debemos subrayar que para un conductor es muy importante escuchar qué ocurre afuera, esa información nos ayuda a interpretar lo que no podemos ver y entonces reaccionar para maniobrar.


En estos tiempos la tecnología ha avanzado de forma impresionante, cada vez más artefactos del medio que nos rodea pueden conectarse al teléfono celular, entre ellos el sistema de sonido de nuestro auto, nunca olvidemos que el máximo agente distractor de la actualidad es el teléfono móvil, además de que está prohibido por la Ley de Tránsito y Seguridad Vial y su Reglamento manipularlo mientras estamos conduciendo.


Al caminar hay dos vías para escuchar música con cables o por bluetooth usando audífonos, lamentablemente un peatón encapsulado en una lista de reproducción musical es ajeno a la realidad y de los peligros de esta, convirtiéndose en un blanco fácil para los ladrones o en una potencial víctima de atropellamiento, imagine por un momento una misma calle, a la misma hora, un conductor distraído y un peatón distraído, sólo puede terminar de una forma.


En conclusión, sugerimos a usted como conductor que escuche música con volumen moderado o si lo prefiere espere a llegar a casa para poner toda su atención al camino y después disfrutar de todo un concierto, amable peatón, le pedimos que evite los audífonos permanezca atento de los peligros de la calle, cuídese mucho, disfrute de la vida tanto o más que la música, y por favor no se distraiga, tenga buen trayecto. Comentarios a jojerihmx@gmail.com




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