lunes, 3 de mayo de 2021

REFLEXIONES - Héctor Hernández Parra


Dos acontecimientos lamentables que desnudan las pasiones humanas y ponen de manifiesto el tratamiento que se le da en el ámbito de procuración de justicia, dos situaciones que conectan con el clima electoral, consecuentemente causan una gran indignación social.


La violación, el abuso atribuido a Félix Salgado Macedonio quien busca desesperadamente la candidatura para contender por la gubernatura por el estado de Guerrero, el delito se convierte en un obstáculo para ser considerado como una persona digna, su conducta es una amenaza en su desempeño social, sobre todo dirigido hacia las mujeres.


Colateralmente la situación que está confrontando al Presidente de la República con el INE es una anomalía de carácter electoral donde el ejecutivo federal tiene un interés evidente en politizar la situación a fin de perseguir y golpear al órgano que precisamente tiene en sus manos la organización de las elecciones federales.


Hemos escuchado la perorata del tabasqueño minimizando la agresión de Salgado y señalando que es una estrategia política para debilitar al Toro.


Otro asunto es el escándalo que señala al diputado federal Saúl Huerta por abusar sexualmente de un menor de edad, quien realizaba diversas actividades para el legislador, con el paso de los días otros jóvenes se han animado a denunciar otras acciones similares cometidas por el legislador.


El legislador ofreció 200 mil pesos para reparar el daño, afortunadamente sus familiares han hecho lo correcto y tienen el acompañamiento de las instituciones adecuadas.


El partido que lo postuló, afortunadamente ha fijado un posicionamiento, ha tramitado la separación de su grupo parlamentario y realizará los trámites necesarios para deslindarse de él.


La fiscalía necesita que el Congreso lo separe del cargo para poder juzgarlo conforme a derecho. Recordemos que es legislador y tiene fuero.


El Presidente, en su momento ha condenado el caso, aquí no lo pudo defender. Con el Toro Salgado toda la carne al asador, declaraciones, plantones y el calificativo presidencial de que se trataba de una jugada política, minimizando el delito de violación, pero en el caso del diputado Huerta una postura diferente.


La óptica ciudadana refiere la conducta de quienes detentan el poder, sus conductas, sus declaraciones, de que manera las pasiones humanas hacen perder la cabeza y logran romper las cadenas que contienen a candidatos, aspirantes y legisladores.


El delito de violación o de abuso sexual se presenta en todos los ambientes de la sociedad, dan cuenta de ellos ministros religiosos, políticos, docentes, etc. Siguen presentes indicios de autoritarismo presidencial y violación, arrogancia, abuso sexual a menores de edad.


Vigente la frase de Juárez “A mis amigos justicia y gracia, a mis enemigos, Justicia”


Correo electrónico: hectorhernandezparra77@gmail.com

 




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