lunes, 17 de septiembre de 2018

En tránsito... Por: Jesús Ricaño Herrera

El deporte y la vía pública


En mi infancia practiqué deporte, específicamente atletismo, todas las competencias a las que acudí fueron dentro de instalaciones deportivas, acondicionadas para ese noble fin: fortalecer el cuerpo y templar la mente. En aquellos tiempos los eventos deportivos (carreras pedestres) en la calle eran muy contados, quizás de tres a cuatro al año. De igual modo la circulación de vehículos era poca, la educación bastante y la inseguridad no se notaba. Aclaro, amo el deporte.

En esta ocasión si usted me lo permite quisiera hablarle de un fenómeno cada vez más frecuente, malo para algunos y bueno para otros, sólo me limitaré como el laboratorista a describir lo que veo, no emitiré una opinión, eso se lo dejo a usted. 

Bien pues en estos días en los que al parecer hemos decidido programarnos para serle un obstáculo al otro, se organizan eventos masivos deportivos en la vía pública, tan solo en Coatepec he contado hasta ocho en un mes. Me parece que este tipo de justas atléticas debieran ser reguladas, Coatepec es una ciudad con una vialidad conflictiva, muchos vehículos en arterias estrechas, espacios para estacionarse insuficientes, ineficientes conductores y peatones distraídos, si a eso le sumamos toda clase de obstáculos en la calle, autos abandonados, puestos ambulantes, vehículos mal estacionados, accidentes, embotellamientos, baches, topes, obras en proceso, escombro, pailas, rejas, sillas, mesas, terrazas y toda clase de artículos para apartarse lugar.

La sola idea de llevar al deporte a la calle a algunos les ha parecido una especie de remedio contra el aburrimiento social y la poderosa oportunidad de alejar a las personas de la delincuencia; de ser así les haré la pregunta que duele: ¿Por qué los espacios deportivos como en las colonias el Hongo, la 22 de septiembre, en Riva Palacios están cerrados?

Hay otros que piensan que promover el deporte a fuerza de desquiciar el tránsito los días domingo (que por cierto es quizás el único día en que la familia puede convivir junta) es una afrenta, un acto malévolo, egoísta y perverso, lejos de acercar a la gente al deporte, hace que esta se aleje. Pues se beneficia a muy pocos a cambio de perjudicar a la gran mayoría.

¿Usted que piensa de esta encrucijada? Si está a favor de llevar al deporte a la calle, lo invito a ser paciente, a preveer estos eventos y a organizarse con tiempo para no resultar tan afectado, evite la ruta de la carrera y salga lo más tarde posible de casa para no verse atorado en un embotellamiento. Vamos a pedirles a los organizadores de estas competencias que avisen a la sociedad de sus intenciones, que nos propongan rutas alternas y le pediremos a las autoridades que pongan un número límite de eventos deportivos al mes en la vía pública, además de que abra los espacios que para este motivo existen.

Si no está de acuerdo con estas justas atléticas, vamos a solicitarles a las autoridades que las canalicen hacia los espacios adecuados, seguros, cómodos y sin afectaciones a terceros, confíen en su capacidad de convocatoria y llenen esos espacios para beneficiarse y beneficiar a quien o quienes haya que respaldar. Todo sea por una convivencia vial sana y segura.

Lo vertido en este documento me fue compartido por cientos de personas que tuvieron la gentileza de platicarme sus desventuras o peripecias.

Le agradezco el tiempo que se tomó para leernos, tenga buen día y buen trayecto. Comentarios a: jojerihmx@gmail.com

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