lunes, 17 de septiembre de 2018

La Charrería - Por: Akin Salver



El charro, jinete en el alma, bravo de corazón, es considerado como uno de los elementos más representativos de México. Ataviados de la manera tradicional, de chaqueta, botas, sombrero, corbata y chaparrera, su imagen es reconocida alrededor del mundo como un orgulloso símbolo de las raíces de la cultura mexicana.

Estrechamente relacionada con las faenas del campo, la charrería es una bella combinación entre el manejo del caballo y la destreza del jinete con la reata. Este puede ser considerado incluso como deporte extremo, no apto para los débiles de corazón. La charrería es sumamente popular en Guadalajara, en las zonas del centro de México como Toluca, Pachuca, las afueras de la Ciudad de México, Querétaro y muchas localidades más.

La charrería ha evolucionado de una manera única desde los tiempos de la colonia, cuando sólo a los caudillos españoles se les era permitido montar a caballo. Este noble animal era un símbolo de estatus celosamente protegido, pero eventualmente, la necesidad fue consintiendo que los mestizos y ayudantes de confianza de las grandes haciendas pudieran formar parte de las faenas a caballo. Como tal, la charrería nace en Hidalgo por los años de 1550, cuando Sebastián de Aparicio enseñó el oficio de doma de caballos a los hombres de su hacienda en Careaga.

Pronto se les requeriría una vestimenta especial, una clase de uniforme que les diferenciara de los trabajadores comunes de la hacienda. Con el paso de los siglos, la charrería se volvió una demostración de valentía y maestría con el lazo, y sobre todo vio un auge de popularidad en la época del gobierno de Porfirio Díaz. Fue durante este momento que se llevó este arte como demostración a diferentes partes del mundo, como Nueva York y París. Ya en el siglo XX se consumó oficialmente como deporte nacional de México.

Durante las charreadas, los charros compiten en diferentes suertes para demostrar  el control de su caballo, sus audaces movimientos, y hasta peligrosas acrobacias. Entre las más emocionantes están el Paso de la Muerte, la Jineteada de Yegua y la Escaramuza, así como Manganas a Pie y a Caballo. vos jinetes.

La Federación Nacional de Charros es la asociación encargada de coordinar los programas más importantes en todo el país, impulsando esta maravillosa tradición mexicana. Ya sea en los grandes desfiles o las fiestas típicas en cualquier región de la república, es indudable que la presencia del charro en su traje de gala es un elemento que completa la ocasión y la vuelve una experiencia memorable.

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