Desde su inauguración, la Plaza de artesanías “Tlamachihuali” o “Tlamachiwali”, como le pusieron a la placa cuando Oscar Hernández de la Cruz tuvo ciertos resbalones como cuando en 2008 se le olvidó mencionarla en su informe porque “alguien le había perdido una hoja” aun teniendo a su espalda esa nueva obra; venía operando con ciertos problemas e inconvenientes.
Hoy la plaza vuele a entrar en polémica porque, se dio a conocer, que el actual alcalde a través de la Dirección de Comercio les informó a los locatarios que tenían una orden de desalojo para todos.
En semanas anteriores, el Director de Comercio ya había dicho en la radio que ya estaba a punto de vencer el plazo de concesión que se les había dado a quienes utilizaban un local. Y en otra ocasión el propio alcalde había mencionado que los permisos parecían vitalicios y que debían verificarse.
De tal modo que los locatarios instalados en dicha plaza, pudieron haber recibido la noticia sin sorpresa porque ya se había anunciado. Porque como funcionarios y autoridades dicen cosas en la radio que sólo quedan al aire, como la separación de basura en las localidades y el operativo contra autos maceta que nunca se llevaron a cabo, los locatarios tampoco dieron importancia a los mensajes.
Pero hay que ver desde fuera el problema, lo procedente sería iniciar con un reordenamiento y una revisión administrativa de cada local o concesionario. Cierto, los locales son propiedad del ayuntamiento y bajo un procedimiento se otorgan en concesión. Bajo ese esquema, previa notificación, es procedente realizar una exhaustiva revisión, pues se dice que hay personas que tienen más de un local para un solo negocio. También se menciona que al parecer, algunos, no han pagado impuestos. Por otro lado, se menciona que existen otros artesanos que no tienen local y estarían dispuestos a operar en orden.
De nuevo el gran problema es que los ciudadanos no tienen acceso a la información del H. Ayuntamiento y éste no la hace pública. Los ciudadanos deberían poder acceder al acta de cabildo o a la documentación, donde se plasma el procedimiento para otorgar dichos espacios, si se cumplieron los requisitos, las condiciones, y si operan de manera regular cumpliendo sus obligaciones fiscales; de esta manera se evitarían los rumores de que se han otorgado espacios en pago de favores políticos.
Bajo procedimientos normativos y en pleno respeto a los derechos, que la misma ley les otorga a quienes tienen la concesión, se debe iniciar esas negociaciones privilegiando el diálogo donde impere la razón y el derecho. No dejarlo a las opiniones vertidas en redes sociales puesto que toman un matiz sesgado, pues sin fundamento se toma partido y se descalifica a una de las partes dependiendo de qué lado se coloque el que opina. O se señala de injusto al ayuntamiento o se sataniza a los locatarios. Entran en juego otro tipo de intereses.
Siendo un lugar destinado a la promoción de los productos que se elaboran en la región, un verdadero atractivo turístico, lugar de recreación y de servicios, sin duda todos los ciudadanos estarán de acuerdo que cumpla la función para lo que fue creada esta plaza, bajo un esquema de transparencia y legalidad.
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