Editorial

Sin duda, la sociedad coatepecana considera adecuadas las medidas del Ayuntamiento para disminuir la presencia de vendedores ambulantes en el centro de la ciudad, pero es conveniente ampliar los operativos de ordenamiento a otras partes de la ciudad donde se aprecia que los comercios formales o establecidos, violan flagrantemente los reglamentos al invadir la vía pública, especialmente las banquetas.

Las acciones emprendidas por personal del Ayuntamiento para retirar puestos de ambulantes en el primer cuadro de la ciudad, sobre todo en las inmediaciones del mercado, se dio en respuesta a una demanda ciudadana, además del sector comercio organizado y locatarios, quienes venían sufriendo afectaciones por la competencia desleal, la obstrucción de banquetas, engaños con el peso de las mercancías y acciones irrespetuosas de los vendedores para con las damas.

La revocación de un amparo a un puesto semifijo, emitida por el Tribunal Administrativo, avala las acciones que se realizan en pleno respeto a los derechos humanos y en estricta aplicación de los reglamentos en la materia, por lo que los ciudadanos conminan al Ayuntamiento a no dar marcha atrás, y se logre evitar que los informales se vuelvan a apropiar de los espacios públicos.

Semana Santa es un periodo muy esperado por los comerciantes, pues representa una época en la que las ventas se incrementan y dan un respiro a la economía de los negocios formales por la gran afluencia de visitantes, por lo cual es importante que las autoridades no permitan que el ambulantaje haga presencia, ya que afecta al comercio establecido, generando pérdidas para los empresarios que cumplen con todos los permisos y pagan sus impuestos.

Aunque pareciera una acción contradictoria, se analiza autorizar la instalación de terrazas en la vía pública y de pabellones artesanales en el parque de la ciudad, medida que pudiera significar un reto a las organizaciones que agrupan a los comerciantes informales.

Sin duda es un avance lo que se ha logrado hasta el momento en uno de los temas que eran de prioritaria atención para la presenta administración, como lo es el comercio informal, lo que merece el reconocimiento social. En el rubro de obras públicas también se ha avanzado significativamente, quedando pendiente la vialidad, que sigue siendo caótica, así como el tema del alumbrado público que es demanda colectiva. El tema de inseguridad no es privativo de este municipio y también se percibe el interés por erradicarla.

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