En esta temporada de fuertes calores, si nos damos una vuelta por el campo, seremos testigos de una sinfonía ensordecedora de chirridos agudos que sale de entre los árboles. Son las muy conocidas chicharras que abundan en esta temporada.
También conocidas como cicádidos, las chicharras o cigarras, provienen de la familia de los cicadidae, los cuales son unos animales que miden entre 10 a 15 milímetros de longitud, suelen ser de color café, verde o negro, con unas alas transparentozas comúnmente o con manchas de color gris oscuro.
Las chicharras son fácilmente reconocidas no sólo por su gran tamaño, sino también por la presencia de tres ocelos, ojos compuestos bulbosos y órganos productores de sonidos en los machos. A diferencia de muchos otros hemípteros, las chicharras no saltan y solamente los Fulgoridae se aproximan en tamaño a las chicharras.
Los sonidos de las chicharras son muy audibles para los humanos, siendo producidos por órganos situados en la base del abdomen llamados timbales. Los machos poseen además una cavidad corporal más grande que las hembras, que les ayuda a amplificar el sonido, facilitando la comunicación a largas distancias.
Tradicionalmente las chicharras son muy comunes en áreas de campos, bosques, donde se resguardan en lo alto de los árboles o entre el follaje, lo cual las hace muy difícil de ver a simple vista. Es más común para señores que cortan café o hacen algún otro trabajo de campo ver sus exoesqueletos que dejan al cambiar de piel y aun para ellos es raro verlos.
Este animalito típico de nuestra región, sale en la temporada de primavera, las cuales suelen anunciar un día caluroso.
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