NIDIA ROMÁN ESQUIVEL.
El liderazgo ejercido en condiciones difíciles brota de manera instantánea. Las circunstancias ubicaron en el entorno familiar la necesidad y el reto de transitar por el camino del servicio a quienes afrontan alguna discapacidad. La vocación de servicio de la maestra Nidia Román Esquivel y su familia genera alternativas de solución, de empatía y de resilencia social, su generosidad brota desinteresadamente, aprovecha la oportunidad de organizar acciones colectivas para responder ante la adversidad.
Conocí a Nidia por razones políticas, posteriormente tuvo la oportunidad del servicio público desde un cargo edilicio, justo en una etapa donde el autoritarismo vivía sus últimos días en aquella época donde la primera alcaldesa en Coatepec nos dio muestra de cómo puede gobernar una dama y sus consecuencias. Nidia fue contestataria, irreverente pero al mismo tiempo respetuosa, fue una regidora de oposición, pronto aportó políticamente un referente de cómo la diferencia de opinión se tenía que practicar en Coatepec, demostrar que el discurso y conducta de confrontación otorgaron en su momento un estilo eficiente en la gestión pública.
Otras tareas sociales esperaban su presencia, encabezar la dirección y conducción de una Asociación Civil que obtuviera recursos para el funcionamiento de una escuela para alumnos que padecían características especiales.
Una mujer incansable, dinámica, versátil que se mantiene ocupada en la búsqueda de soluciones, su labor pronto irradió la energía necesaria para acompañarla en la difícil labor de ayudar a los alumnos carentes de una atención digna y respetuosa.
Impulsando a niños, a jovencitos en el deporte, en la educación y casi sin darse cuenta acompañando a familias pobres, sencillas, desesperadas por la problemática presente en cada caso, algunas microempresas dieron sus primeros pasos en las instalaciones de su escuela, una embotelladora, una panadería, un taller de costura. Se ha mantenido vigente el aula permanente para alfabetizar personas
Dividiendo su jornada entre la atención a la escuelita, supervisión de las actividades para continuar con la sustentabilidad. Actualmente dirige un pequeño proyecto de madres de familia con una tienda de artesanías, algunos artículos elaborados con material reciclable, muñequitas de trapo y muchos otros artículos con los que se obtienen algunos recursos.
Con la sonrisa franca, contagiante siempre alegre recibe en su casa desde temprano para despachar leche a quienes están inscritas en el padrón de beneficiarias de Liconsa, desde muchos años una mercería atendida por personas que colaboran con ella, también tiene un pequeño puestecito de pollo.
Sus actividades llenan la vida de quienes se acercan a ella en busca de alguna palabra de aliento. Siempre en familia, con sus alumnos, integran un equipo y son ejemplo de cómo se puede superar la adversidad. Actualmente se encuentra en recuperación de un problema que la dejó fuera de actividades de manera temporal.
Un gran saludo a ella y a su equipo.
Correo electrónico
hectorhernandezparra77@gmail.com
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