“La crisis ecológica mundial que afecta y amenaza la habitabilidad de nuestro planeta es consecuencia de la falta de interés y toma de acciones conjuntas; consecuencia de dejarle el problema a otras generaciones”
· Juan Carlos Atzin Calderón
El rápido crecimiento de la población mundial es uno de los factores que ha modificado nuestra relación con el sistema ambiental de la Tierra. El saber y aceptar que se ha hecho un daño terrible al medio ambiente global, así como a la salud del equilibrio climático del cual depende nuestra civilización, puede generar una paralizadora desesperanza, misma que representa un peligro cuando se focaliza en la falta de interés por recobrar el control de nuestro destino a tiempo, para evitar la inimaginable catástrofe que se extenderá por el planeta si no comenzamos a hacer cambios drásticos de forma urgente.
Aún con la situación poco alentadora que ahora ya se ha vuelto compartida, la mayoría de los expertos sobre la crisis climática coinciden en que, probablemente, todavía estemos a tiempo de evitar los peores efectos de la crisis y crear el marco de recuperación del equilibrio climático y la integridad ecológica que tan decisivos son para la supervivencia de nuestra civilización; en este sentido, la desesperanza no conduce a ninguna parte, ya que solo se convierte en una forma de negación y fomenta la inacción.
Bien entendida, la crisis climática constituye una oportunidad sin precedentes para ocuparnos, por fin de manera eficaz, de numerosas causas persistentes de padecimiento y miseria que se han ignorado durante mucho tiempo, oportunidad para cambiar las perspectivas de las generaciones futuras de disfrutar de vida sana, próspera y con mayores oportunidades de éxito en la búsqueda de la felicidad.
Entre los flagelos sufridos por gran parte de la población humana a lo largo de la historia, se encuentran la pobreza extrema, enfermedades amenazadoras, hambre generalizada y desnutrición; situaciones que han hecho llegar a un momento singular de la historia humana, nuestro hogar corre un grave riesgo, estando en peligro no solo la Tierra misma, sino también las condiciones que la han hecho habitable para los seres humanos.
Nuestra civilización y el sistema ecológico de la Tierra están chocando, la crisis climática es la manifestación más notable, destructiva y amenazadora de esta colisión, sumada la destrucción de arrecifes, la creciente escasez de agua dulce, el agotamiento de la capa superior del suelo en zonas aptas para el cultivo, la tala y quema de antiguos bosques, incluidas las selvas tropicales y subtropicales con una rica diversidad de especies, la extinción de otras, la introducción de contaminantes persistentes en la biósfera y la acumulación de residuos tóxicos provenientes de procesos químicos, minería y actividades industriales, contaminación de aire y agua.
Las manifestaciones del impacto violento que tiene la civilización sobre el ecosistema de la Tierra, se suman a una crisis ecológica mundial que afecta y amenaza la habitabilidad, siendo el deterioro de nuestra atmosfera la más grave de esta crisis; los seres humanos estamos emitiendo cantidades extraordinarias de contaminantes atmosféricos, mismos que atrapan el calor y aumentan la temperatura del aire, mares y superficie, además liberados se elevan a gran velocidad, para finalmente volver a la tierra en diferentes velocidades, tenemos que reducir drásticamente lo que sube.
El dióxido de carbono, que tiene su origen en la quema de carbono con objeto de producir calor y electricidad, en la combustión de productos derivados del petróleo para el transporte y en la quema de carbón, petróleo y gas natural para la actividad industrial, es el mayor responsable del calentamiento global. Después de los combustibles fósiles, la fuente más importante de contaminación por CO2 es causada por el hombre, siendo casi una cuarta parte del total, proveniente de cambios de uso de la tierra, principalmente de la deforestación y la quema de bosques; situaciones que como lo he mencionado, ameritan atención urgente y coordinada. ¡Actuemos desde lo que es colectivo! ¡AHORA es el CAMBIO!
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