Lo único documentado consiste en que nueve publicaciones impresas de periodicidad diaria, editadas en la Ciudad de México, no circulan en ocho -de una relación de más de 30- puestos de periódicos en la capital veracruzana.
Los lectores habituales comentan, en el café de mediodía, que es maniobra perversa del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, para silenciar análisis, opiniones de articulistas y de columnistas más severos de la república. Otros, culpan al coronavirus que mantiene a raya al sector salud en los 212 municipios. Y otros más soltaron la versión de que los periódicos sí llegan, pero son comprados por personas todavía no identificadas en las proximidades de la ciudad de Perote.
Frente a la densa nube de sospechas decidimos contactar con la coordinación general de Comunicación Social de la presidencia de la república. La respuesta fue tajante: ni un solo diario impreso en la Ciudad de México había dejado de imprimir y menos de circular en puestos abiertos y en espacios cerrados.
Para borrar o afirmar presunciones, triangulamos con el periodista Roberto Valerde García, subdirector del matutino Noreste, de la ciudad de Poza Rica; con el columnista Mussio Cárdenas Arellano, Director general de la página www.codigorojo.com en el puerto de Coatzacoalcos y con Raúl Arróniz de la Huerta, Director del rotativo El Mundo, de Córdoba. En las regiones norte, centro y sur de la entidad, sí se obtenían los diarios y revistas procedentes del centro del país. El problema de la no circulación únicamente se registra en la ciudad de Xalapa por causas hasta este preciso momento, desconocidas.
Lo cierto es que desde hace dos meses y medio, no se encuentran en la capital veracruzana el diario Notiver, del puerto de Veracruz, y los matutinos Reforma, El Universal, Excélsior, El Sol de México, El Financiero, El Economista y El Heraldo de México. Los medios impresos de comunicación social son necesarios, pero no imprescindibles, debido a que la maniobra -haya sido de quien haya sido la “magistral” autoría- contribuye al fortalecimiento del periodismo digital.
El muro construido contra la prensa, ya sea facturado con cargo a Trump, a López o a García, solo sirve para dos cosas como sabiamente predijo el extinto columnista José Miranda Virgen, ‘para nada y para lo mismo’, porque la información no ha dejado de fluir, nunca ha tenido fronteras. Más tarde o más temprano, los hechos y su origen siempre terminan por alcanzar la superficie.
La información es vital y más cuando está de por medio la preservación de la vida humana. Lo más importante de este ensayo sobre la no circulación de medios impresos consiste en que los lectores habituales emigraron de inmediato a la versión de internet del diario de su preferencia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario