Adiós a El Piojito.-
El 5 junio de 1945 fueron levantadas las vías del ferrocarril Xalapa-Teocelo conocido como ‘El Piojito’, que había unido a la ciudad de Xalapa con la región coatepecana.
Durante el Porfiriato, se presentó el proyecto para instalar un ferrocarril que comunicaría a la ciudad de Xalapa con Córdoba. Pero por la topografía de la región no permitió la instalación de la vía hasta Córdoba, lo que llevó a la decisión de tomar como punto de término a la población de Teocelo. La instalación de las vías férreas, obedecía a la prosperidad agrícola de la región coatepecana.
La empresa norteamericana “Jalapa Railroad and Power Company” se encargó de la construcción tanto del ferrocarril como también de la planta hidroeléctrica que funciono en Texolo, que daría electricidad a la capital veracruzana y a la región.
Su recorrido, aproximadamente, era treinta kilómetros, partiendo de la estación de Xalapa continuando por La Laguna, Pacho Viejo, La Orduña, Coatepec, Zimpizahua, Las Puentes, Xico, Santa Rosa y Teocelo.
El 1° de mayo de 1898 con un gran recibimiento en la calle de Galeana, hoy Constitución, llegó el Presidente de la Republica, el Gral. Porfirio Díaz, en el viaje inaugural de El Piojito. En la casa de don Alejo Galván, Jefe Político del Cantón de Coatepec en la calle de Zamora, se llevó acabo un almuerzo en honor al general Díaz. Continuó su travesía en “El Piojito” rumbo a Teocelo. En Xico se detuvo en Texolo para inaugurar la Planta Hidroeléctrica que funcionaba gracias a las aguas del rio de Matlacóbatl. Iba acompañado por del gobernador de Veracruz Teodoro A. Dehesa y el representante de la “Jalapa Railroad and Power Company” el general John B. Frisbie.
Una vez que llegó a la estación de la Villa de Teocelo, el Presidente Díaz fue recibido por la población y por su alcalde Juan José Rebolledo.
En la década de los 20s del siglo XX, se comenzaron las gestiones para la adquisición del ferrocarril y la planta hidroeléctrica de Texolo por el gobierno del estado de Veracruz. Sin embargo en los siguientes años no se lograron mejoras en sus instalaciones, ocasionando problemas con el servicio de transporte y en el suministro de energía eléctrica a las fábricas establecidas en Xalapa.
La apertura de la carretera a Teocelo, originó la llegada de las líneas de autobuses como Excélsior y Loma de Oro que realizaban en menor tiempo el traslado de los pasajeros. Esos cambios propiciaron el levantamiento de las vías férreas, terminado así la historia de ‘El Piojito’.
Su recuerdo aún vive, el silbido de la locomotora se escucha en las calles de Coatepec hasta el día de hoy.
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