Bien dice el dicho que ‘nadie es profeta en su propia tierra’ y Teocelo se lleva una lección con uno de los ciudadanos que más han aportado al bien común.
Jesús Trujillo Gómez, vecino de “los lavaderos” y de Teocelo, se ha desempeñado en el H. Ayuntamiento de Teocelo en diferentes administraciones; fungió como Director de Ecología en la actual administración municipal, pero ahora es el Director de Ecología del H. Ayuntamiento de Tlaltetela donde le han aprobado la primera parte del programa de “Separación de residuos orgánicos, inorgánicos y sin utilidad” además de la compra de un terreno y las instalaciones para poder operar.
Y así, en medio año, Tlaltetela se pone a la cabeza en la separación de basura, por encima de Teocelo que lleva años repitiendo lo mismo sin actualizarse, sin llevar la separación de basura a las localidades, sin separación de residuos inorgánicos, sin cursos a niños y jóvenes, y con una planta de lombricompostaje que ahora parece terreno baldío y tiradero de llantas.
Teocelo dejó ir a un visionario y, naturalmente, en otro lado vieron y valoraron sus conocimientos que ahorrará gasto al municipio, cuidará el medio ambiente, disminuirá el consumo de agroquímicos y elevará el nivel de vida de esa población al cambiar, para bien, la conciencia del manejo de “la basura”.
De lo que Teocelo se puede alegrar es que “exportar” algo que casi no se produce en el país, conocimiento, a través de las personas que lo poseen; y queda para la reflexión el poco valor que se le da a los asuntos de verdadero interés y relevancia.
Teocelo tiene un sistema de separación de basura obsoleto, porque no se aplica más que en la cabecera municipal, no separa los residuos inorgánicos, no capacita constantemente a su población y el impacto ambiental y económico no se aprecian; sin embargo, es la oportunidad perfecta para reflexionar y tomar el rumbo de nuevo.
Áreas de oportunidad hay diversas, como la implementación de plantas para tratar aguas negras de forma ecológica y así cuidar los recursos naturales de país; la reforestación de potreros, la prevención de la cacería, el manejo de residuos de talleres mecánicos que es obligatorio por ley municipal, establecer un adecuado sistema de botes de basura en áreas públicas y/o deportivas, etcétera; sólo que no lo hay en Teocelo que no solo sirva para la foto.
Y la crítica debe ser para superarse, por eso, seguir con el discurso “quedabien” señalándola como una ciudad limpia, es hacer creer en la población que lo que se está haciendo ya es suficiente o que es lo correcto, cuando no es verdad. En este espacio ya se había plasmado y se repite, Teocelo se durmió en sus laureles.
La solución de fondo es dejar de consumir productos de un solo uso, productos abrasivos o con substancias tóxicas que envenenan a las propias personas, el suelo y el agua; y la separación de todos los residuos de casa, que se convierten en recursos para el municipio. Eso es subirse al barco, en el que todos realizamos el viaje llamado vida.
Todo el éxito para Jesús Trujillo y Tlaltetela que hacen suyo un proyecto que beneficia a todos.
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