EDITORIAL
Las
elecciones municipales suelen ser las más intensas, se convierten en una
especie de lucha cuerpo a cuerpo que enciende pasiones y genera ambientes
propicios para la deslealtad y la traición. Se olvidan amistades, se enfrentan
familias, se pone de manifiesto la fragilidad de la naturaleza humana.
La
contienda por la alcaldía de Coatepec en su edición 2017 muestra aspectos
inéditos. Diez aspirantes dispuestos al sacrificio por el amor que dicen tener
por este lastimado municipio, dan cuenta de ello. Diez equipos que acarician la
posibilidad de incorporarse a una administración municipal, en su gran mayoría
sin tener la más remota idea de lo que ello significa, se disputan el voto de
un ciudadano escéptico y harto de las frivolidades y los escándalos
protagonizados por la clase política.
El
espectáculo que se ofrece por una disputa meramente electorera, resulta en
verdad patético. No hay confrontación de ideas o proyectos; prevalecen en
cambio la descalificación, la calumnia y la ofensa, emitida normalmente desde
el anonimato a través de las redes sociales. Los valores y principios
ideológicos, la identidad partidaria poco importan, lo que está a la orden del
día es el berrinche y el chantaje.
Para
cambiar esta realidad a la cual no debemos acostumbrarnos, se requiere que como
ciudadanos dejemos la apatía y el desencanto para participar críticamente. En
esta lógica, haciendo abstracción de partidos y grupos, en un ejercicio de
imaginación, habría que visualizar a cada uno de los aspirantes presidiendo el
gobierno municipal para que comparativamente y de manera objetiva, determinar
quién tendría más capacidad para implementar políticas públicas que promuevan
el desarrollo del municipio con un gobierno eficaz.
Considerando
lo expuesto y el hecho que dada la diversidad de propuestas el sufragio se
fragmentará de manera significativa, el llamado voto útil adquiere especial
relevancia, pues puede inclinar la balanza en favor del mejor prospecto con independencia
del partido que lo proponga o de su carácter de independiente.
Ojalá
que el sentido de nuestra decisión esté en función de lo que resulte más
conveniente para Coatepec y sus congregaciones.
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