¿Protección animal?
Metapolítica
Gregorio Jácome Moreno
Esta
semana con 25 votos a favor y 15 en contra el Congreso del Estado aprobó la
reforma a la Ley de Protección a los
Animales, en ella queda establecido que podrán llevarse a cabo los
espectáculos de corridas de toros, peleas de gallos y vaquilladas en todo el
territorio veracruzano. Los legisladores del PAN quienes aprobaron esta
iniciativa argumentaron que de no hacerla se perderían empleos y derramas
económicas sustantivas derivadas de tales espectáculos.
También
se perderían algunas tradiciones como las que se realizan con toros en Xico o
Tlacoltalpan, en donde su maltrato pasa a segundo término, lo importante es que
la tradición perdure. Pierden los animalistas que defienden a pulso los
derechos de estos seres vivientes, pierden desde luego los propios animales que
son y serán sacrificados en tales prácticas. El debate es añejo y encierra un
problema ético en donde el derecho a la vida es factor. En el caso de Veracruz
el criterio económico es el que predomina.
Ante
la incapacidad del propio estado de generar empleos en afán de subsanar las
derramas económicas y así proteger el derecho a vivir de los animales, prefiere
que estas se sigan llevando a cabo. En el fondo nos parece que el argumento es
también político, es antipopular que todo gobierno vaya en contra de las
tradiciones, prohibirlas significaría un golpe político irremediable, es como
si a un alcalde se le ocurriera prohibir una peregrinación, nadie, ni aún el
gobierno del estado a través del Congreso, son tan tontos como para darse un
tremendo harakiri.
Por
la delicadeza del tema uno esperaría argumentos de parte de los diputados que
aprobaron la modificación a la Ley un tanto más inteligentes, no tan estúpidos
como el del diputado Basilio Picazo Pérez, quien dijo que en “los espectáculos
de toros y gallos no hay violencia” y que además “se generan empleos para
personas de la tercera edad”. Siguiendo en la misma tesitura el diputado
Basilio dijo que la industria de la navaja “también perdería, ya que se generan
casi 250 mil unidades anuales”. Más vale dejar hablándolo solo, sería inútil
debatir con alguien que posee semejante grado de ignorancia.
En
lo personal me mueve un gran respeto por las personas que en una labor
altruista les gusta proteger animales, perros o gatos, aves o peces, pero
también a quienes defienden la vida de los toros y gallos. Lo cierto es que el
argumento de los diputados no convence y lo peor es que en el Congreso actual
vemos que resurgen las viejas prácticas del PRI, es decir, el mayoriteo a
ciegas, en donde la fracción del PAN aliada de un grupo que se hace llamar
“Juntos por Veracruz” están aprobando esta y otras iniciativas que son
trascendentes para el estado.
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