lunes, 28 de agosto de 2017

CAFETEANDO
POR EMILIO POLANCO SERVÍN

PORFIRIO DIAZ
(PRIMERA PARTE)

Este personaje tiene un sitio histórico como pocos, controvertido, de imagen deslumbradora, nació en la ciudad de Oaxaca el 15 de septiembre de 1830, su padre fue Don José Faustino Díaz y su madre Doña Petrona Mori.

Ya para 1835, Porfirio aprendió a escribir y a leer; querían que fuera sacerdote por lo cual ingreso al Seminario Tridentino de Oaxaca en 1843, donde estudió física, matemáticas, lógica, gramática, retórica y latín.


Circunstancias sociales hicieron que fuera presentado con el Sr. Gobernador Don Benito Juárez, de modo que llevado por el entusiasmo que le causó debido a sus pensamientos liberales, tomo la resolución de no seguir la carrera eclesiástica y así ingresó al instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, entonces considerado herético, alcanzó a ser profesor Interino y conoció el Derecho Romano, materia con la que aprobó, con la mejor calificación de su generación. En el instituto tuvo como compañeros a MATIAS ROMERO  y José Justo Benítez; de 1852 a 1853 fue alumno de Benito Juárez en Derecho Civil.

Una de sus hermanas, Manuela, tuvo una hija que se llamó Delfina Ortega Díaz, quien se convirtió en su esposa.

En 1855, Benito Juárez regresó de su exilio en el extranjero y fue nombrado Gobernador de Oaxaca; bajo su mandato, nombró a Díaz como jefe político del Distrito de Ixtlán donde cumplió una misión especial como guardia donde recibió una herida de bala. En premio a sus servicios por la causa liberal el presidente Ignacio Comonfort confirmó a Díaz el mando militar del Istmo de Tehuantepec.             Durante la Guerra de Reforma, Díaz peleó en varias batallas y en tres años logró los cargos de Mayor, Coronel y Teniente General.

Los acontecimientos de la deuda pública que sucedieron por decretarse la suspensión de pago debido a la grave situación económica por la que atravesaba el país, las fuerzas francesas, españolas e inglesas, llegaron a Veracruz, Córdoba y Orizaba. Díaz se distinguió durante todos esos combates con los franceses, con empeño y bizarría, llegando al grado de general. Sebastián Lerdo de Tejada aconsejó a Juárez, asignar a Díaz una División militar marchando a Oaxaca con el cargo de Gobernador Interino.

En 1863 los conservadores ofrecen la Corona del Imperio Mexicano al Archiduque Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota de Bélgica. Maximiliano aceptó la propuesta y así tras una pequeña encuesta entre los círculos políticos y sociales del país, se convirtió en EMPERADOR el 10 de junio de 1864.

Benito Juárez ordenó a Ignacio Zaragoza, general Mexicano, que participó del lado liberal en la guerra de Reforma, hacer frente a las fuerzas Francesas en Puebla. El 5 de mayo, Díaz y otros militares intervinieron en la batalla de Puebla, donde logró derrotar a los franceses. Además durante 1864, Díaz y Gonzales Ortega, desarrollaron una guerra de guerrillas en Oaxaca y los franceses nunca pudieron penetrar al estado.

Juárez mientras tanto emprendió el histórico viaje rumbo a paso del Norte y por diferentes partes del territorio nacional.

Carlota de Bélgica, esposa de Maximiliano, marchó a Viena, País y Roma donde se entrevistó con los Franceses José I y Napoleón III, pidió apoyo para su esposo que le fue denegado. En Roma se volvió loca y fue recluida el resto de sus días en un castillo de Bruselas donde murió el 19 de enero de 1927 a la edad de 87 años.

Porfirio Díaz, culminó diversas acciones militares con la batalla del 2 de Abril en la que cayó Puebla, única ciudad en el que estaba en poder de los franceses, solo faltaban por caer Querétaro y la Capital. Finalmente el 5 de febrero de 1867 en Paris, Napoleón III envió un parte a Bazaine ordenando la retirada de las tropas francesas de México.

Siguieron las batallas hasta que el 15 de mayo. Maximiliano entregó la plaza de Querétaro a Mariano Escobedo, y fue hecho prisionero junto a Miramón y Mejía. El 19 de junio tras un juicio sumario por quebrantar las Leyes Internacionales, la Soberanía nacional y el Tratado de la soledad, fueron fusilados la mañana del 19 de junio, a pesar de que hubo diferentes intervenciones de varios personajes que intentaron salvar la vida del Emperador, fueron fusilados en el cerro de las campanas de Querétaro.

¡Buena Suerte!


(NOTA ESPECIAL) Mis señora Madre Consuelo Servín Andrade: nos relataba que su papá Don Joaquín Servín, presencio siendo niño (7 años) el fusilamiento de Maximiliano, Miramón y Mejía. 

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