lunes, 28 de agosto de 2017

Cerca del Cielo
Por: José Ramón Flores Viveros
Una conferencia cerca del cielo
“Desperdiciamos mucho tiempo y energía en la preocupación y humillación de nuestros fracasos, reales o imaginarios. Debemos tomar una nueva actitud hacia esta realidad de la vida que denominamos fracaso.

El fracaso parece desintegrarnos. Nos desanimamos mucho y cesamos de luchar. El fracaso nos derrota. ¡Cuán poco comprendemos! ¿No vemos que los errores constituyen una parte necesaria de la vida? El fracaso es uno de los grandes bloques para construir nuestras vidas. La vida no consiste en  una sola oportunidad. La vida de un hombre, le ofrece muchas oportunidades. La única persona que nunca falla es la que no hace nada”.
Tomado del libro Los pasos secretos del éxito de Ralph Ransom.
La charla con niños y adolescentes en el Centro de Seguridad  Social del IMSS aquí en Coatepec, fue mucho más compleja de lo que esperaba. Es muy difícil el manejo de un grupo muy numeroso de niños. Se distraen con mucha facilidad. No guardan silencio, y reconozco que por momentos me llegue a sentir frustrado durante el desarrollo de la charla. Mi hijo que la hace de mi asistente, con una gran actitud de tolerancia y paciencia me animaba con sus gestos a seguir adelante. Sin importar realmente si me pusieron o no atención, sucedió algo al finalizar, que me gusto mucho de estos chamacos y que deseo mencionar  y también felicitarlos de corazón.
El maestro Javier Zapata, que fue quien amablemente me hizo la invitación para dar esta charla, los animó, a hacerme alguna pregunta, de inmediato se formo una cola de muchos niños, quienes valientemente subieron al estrado y utilizando el micrófono me hicieron diversos cuestionamientos. Este simple acto, provoco mi admiración para este auditorio, ya que en lo personal a esa edad jamás y nunca me hubiese animado a preguntar ante un micrófono. Aunque creí que no habían puesto atención a mis palabras ni a las fotografías, no fue así, muchos de ellos sí captaron detalles. Hubo dos preguntas que me encantaron, una de ellas fue, ¿Por qué están levantando las manos  –estoy con un amigo de barrio a los 15 años en la cima del Cofre de Perote-  en  una de las fotos? Le explique a este niño, que era porque estábamos felices de estar en lo más alto de esta montaña. La otra pregunta fue ¿Que es el mal de montaña?,  le explique, que es un problema del organismo para adaptarse a las alturas, a que hay menos oxígeno y que provoca asco, mareo y mucha confusión mental.

Me encanto también ver posteriormente en fotos, lo bonito que lució el teatro al aire libre de esta institución casi lleno en su totalidad, jamás y nunca cuando niño que estuve muchas veces como espectador, cruzó por mi mente que algún día estaría al frente compartiendo con un distinguido y nutrido público infantil, mis modestas vivencia de montañista.

No me resta más que agradecer de corazón a las autoridades del IMSS, esta inmejorable oportunidad. El apoyo para la logística, instalación de sonido, de un espacio para proyectar las imágenes, etc., fue total e incondicional. Agradezco mucho a mi discreto equipo de trabajo, pero que sin ellos, sería prácticamente imposible, realizar este trabajo;  Carlos Ramón Flores Vega y Faustino Ortiz. Una disculpa por omitir nombres del personal de esta noble institución, que hicieron su trabajo con mucha amabilidad y disposición, hago el compromiso de dar los nombres completos de todos ellos en la próxima columna, sin pretexto alguno.

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