Semanario Espresso

Amado Nervo

Por: Akin Salver

El poeta mexicano Amado Nervo nació el 27 de agosto de 1870  en Tepic, (entonces Jalisco, hoy Nayarit) con nombre de Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo y Ordaz, más que ser un seudónimo, Amado (como le decía su padre) Nervo fue la manera de simplificar sus apellidos paternos, pero el escritor solía bromear en que no había nombre más adecuado para un poeta. Tres muertes marcaron su vida: la de su padre a los 9 años, el suicidio de su hermano Luis, quien también hacia poesía y el de su amada Ana Cecilia Luisa Daillez, a quien dedicó toda la obra de “La Amada Inmóvil”. En algún momento pensó en convertirse en sacerdote por lo que en 1891 estudio en el Seminario pero lo abandonó al año siguiente.

Fue colaborador de revistas y periódicos como la revista “Azul” de Manuel Gutiérrez Nájera. Además formó parte de la redacción de El Universal, El Nacional Y El Mundo, entabló amistades con grandes personalidades de su época, como Rubén Darío, Luis G. Urbina y José Santos Chocano.

Viajo a Paris en 1900 como enviado de El Imparcial. Ahí se dedicó también a escribir sus obras: Poemas (1901), El éxodo y las flores del camino (1902) y Las voces (1904); sin embargo dicho diario canceló su corresponsalía y Nervo tuvo que enfrentar la pobreza. Cuando volvió a México era ya un poeta consagrado y ocupo puestos en la docencia y en la labor diplomática.

Murió en Montevideo, Uruguay el 24 de mayo de 1919 a los 48 años. Su cuerpo tardo seis meses en regresar, una flota internacional de buques militares escoltó su cadáver desde Montevideo, Uruguay, hasta la Ciudad de México, con escalas en Río de Janeiro, Chile, Pernambuco, Guaira, La Habana y Veracruz; en la Ciudad de México recibió un gran homenaje. Amado Nervo fue sepultado en la Rotonda de los Hombre Ilustres el 14 de noviembre de 1919.