La
familia Curie
Por
Sergio Jimarez
“Es hermoso que los padres lleguen a ser amigos de sus
hijos,
desvaneciéndoles todo temor, pero inspirándoles un gran
respeto”
José Ingenieros (1877-1925) Filósofo y psicólogo
argentino
Nacer, crecer, estudiar y formar
una familia, el proceso básico que estructura el núcleo de la sociedad; buscar
un trabajo y ser el ejemplo de los hijos, esos niños que también crecerán y posiblemente
harán lo mismo que vieron en sus padres. Familias con la misma profesión:
herencia laboral o la genética del oficio.
En cualquier ámbito podemos
encontrar familias que pasaron a la historia porque sus integrantes ofrecieron
al mundo contribuciones importantes: La familia Strauss o la familia Bach en la
música, Los De Madrazo en la pintura, ejemplos brillantes y sobresalientes, cada
familia tiene sus peculiaridades y en el caso de la ciencia no es la excepción.
Tenemos ejemplos de familias científicas famosas como la familia Pascal o la Bernoulli
pero con mucha singularidad llama la atención la familia Curie, una familia de científicos
dedicados al estudio de los fenómenos radioactivos.
Maria Salomea Sklodowska,
mejor conocida como Marie Curie, fue la primera persona en recibir dos premios
Nobel en distintas especialidades, de física en 1903 por el trabajo de
investigación sobre los fenómenos de radiación, este galardón fue compartido
con Pierre Curie y Henri Becquerel y en 1911 recibió el Nobel de química por
del descubrimiento del radio y el polonio. Además, Marie Curie trabajó en la
construcción de unidades móviles de rayos X en la Primera Guerra Mundial los
que también atendió como radióloga y fue pionera en estudios relacionados con
el tratamiento de neoplasias (tumores cancerígenos) con isótopos radiactivos. Marie
Curie murió en 1934 a causa de una anemia aplásica causada por la exposición a
la radiación mientras trabajaba; lamentablemente en esa época no se tenía la
consideración referente a la peligrosidad de los elementos radiactivos en la
salud y la seguridad era mínima al manipular dichos productos.
Pierre Curie (el esposo de
Marie Curie) fue un físico francés que desde temprana edad demostró una gran
capacidad para las matemáticas, se matriculó a los dieciséis años y graduó a
los dieciocho. Sus estudios se basaron la radioactividad y junto a su hermano
Jacques Curie estudió la piezoelectricidad que es un fenómeno que presentan
ciertos cristales al someterlos a tensiones mecánicas produciendo efectos
eléctricos. Además trabajó en magnetismo. Dentro de este campo enunció la “Ley
de Curie”, ésta relaciona magnitudes de los campos magnéticos con la
temperatura en ciertos materiales paramagnéticos. Pierre Curie fue catedrático
de la universidad de París, puesto que después de su muerte ocuparía Marie
Curie siendo la primera mujer en ocupar un lugar como profesora en esta
universidad.
El matrimonio Curie tuvo una
hija llamada Irene Joliot-Curie quien continuó con el legado de sus padres y en
1935 obtuvo el premio Nobel de química por su trabajo en la síntesis de nuevos
elementos radioactivos. Este reconocimiento fue en mancuerna con su marido
Frédéric Joliot con quien trabajó
también en energía nuclear y en los requisitos para la construcción de un reactor
para generar energía. Cabe mencionar que los hijos de este matrimonio (Hélène
Langevin-Joliot y Pierre Joliot-Curie) continuaron con la tradición científica
dedicándose a la física y la bioquímica respectivamente.
Como podemos ver, el
desarrollo del conocimiento de la radioactividad se lo debemos, en su mayoría a
una familia que se mantuvo trabajando incesantemente, haciendo descubrimientos
y creando nuevos procedimientos científicos; particularmente, Marie Curie tuvo
que superar muchos obstáculos impuestos por su condición de mujer, sin embargo,
hoy es un gran referente en la ciencia, gracias a sus aportaciones hoy contamos
con tratamientos contra el cáncer y nuevas fuentes de energía.
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