Metapolítica
¿Tiene la culpa el gobierno?
Gregorio
Jácome Moreno
Los
símbolos de interrogación que enmarcan el título de este artículo deberían en
principio ser removidos para que el enunciado se convierta de inmediato en una
afirmación categórica. Sí la tiene. El pasado 12 de julio se suscitó en el Paso
Exprés de Cuernavaca, un socavón de tierra en el que fallecieron Juan Mena
López y Juan Mena Romero.
Esta
semana el Secretario de Comunicaciones Gerardo Ruiz Esparza, responsable
directo de la obra en cuestión, compareció ante una Comisión de legisladores,
donde pidió no buscar responsables políticos de los hechos, para
posteriormente, al más puro estilo priísta, proceder a cantinflear. La ética
profesional, que el Secretario desconoce, lo obligaría a presentar su renuncia
de inmediato. No lo ha hecho. Una lectura nos diría que de haberla presentado
el gobierno federal estaría aceptando tácitamente la culpa.
Lo
triste es que nadie es responsable. Inclusive el gobernador de Morelos Graco
Ramírez declaró que desde un principio no estaba de acuerdo con las
especificaciones técnicas de la obra, sin embargo, ello no impidió que acudiera
el día de la inauguración a tomarse la fotografía del recuerdo con el
presidente Enrique Peña Nieto y compartirla en sus redes sociales. La realidad
es que, como en la obra de Lope de Vega “Fuente Ovejuna”, todos son
responsables. El gobierno federal, el gobierno del estado de Morelos, y hasta
el contratista.
Por
ello es importante diferir del Secretario Ruiz Esparza, los costos políticos de
la tragedia, los asume en primer lugar el Presidente Enrique Peña Nieto y su
partido el PRI. En un arrebato de dignidad se hubiera visto bien que renunciará
y con ello aminorar un poco el daño, es decir, asumir con humildad la culpa, y
no querer dar a entender que el socavón se hizo solo y sin querer, que la culpa
es de los Mena por pasar justo en el momento equivocado. O a quien le quiere
ver la cara de tontos señor Ruiz Esparza, ¿a los ciudadanos mexicanos?, a estas
alturas del partido ya no creo.
Habrá
pues que deslindar responsabilidades, hay dos personas que murieron a causa de
una obra mal hecha, los responsables siguen cobrando del erario de la gente. La
autoridad judicial no puede ser omisa ante semejantes hechos que empañan aún
más la triste administración de un gobierno fallido que lejos de recomponer el
rumbo lo empeora más. Lo importante es que la factura política se la cobraran
los ciudadanos en las urnas el próximo año, la mayoría de la población ya no
puede inclinarse por los partidos que han postulado a dichos funcionarios.
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