Cerca del Cielo.
Por: José Ramón Flores Viveros.
Santo,
el Enmascarado de Plata. II DE III PARTES.
“¡Santo
llamando a Blue Demon!”… “¡Santo llamando a Blue Demon!”
“¡Aquí
Blue Demon!”.
…el réferi
trató de impedirlo, pero lo que logró fue que el Santo le hiciera pedazos la
camisa, el tercero sobre las cuerdas no atinaba la forma de detener el
huracanado ataque del rudo debutante, así que optó por lo más sano:
descalificarlo.
Nunca
nadie había perdido una lucha por descalificación en nuestro país, por lo que
la gente ese quedó admirada del nuevo rudo, y claro, las semanas siguientes,
eran filas impresionantes alrededor de las arenas donde se presentaba el Santo,
y es que todos querían ver al rudo sensación.
Desde
ese entonces, el Santo inició una carrera hacia la cumbre que nadie pudo frenar,
se convirtió en el mejor Peso Welter, no había quien pudiera con él, luego fue Campeón
Nacional de esta división, y después Campeón Nacional de Peso Medio. Nadie
podía detener a este joven en su carrera hacia la cúspide, y es que el Santo
era casi invencible.
Estreno de la Arena
Coliseo.
En esa
época don Salvador Lutteroth pensó que ya era tiempo de abrir un nuevo local
para la lucha libre, y mando construir la Arena Coliseo en las calles de Perú,
pero tenía que abrir este gran inmueble con una lucha sensacional, y eligió a
un verdadero maestro, al máximo ídolo de aquel entonces, Carlos “El Tarzán” López,
contra el novato sensación, el rudo más odiado, el Santo.
Su primera gran humillación.
Esa
lucha fue la primera gran frustración del Enmascarado de Plata, estaba en juego
el Campeonato Mundial de Peso Medio que poseía
“El Tarzán” López, y el campeón se impuso con un contundente dos al hilo.
Fue un hecho muy doloroso para el Santo, pues él pensaba que ya estaba en la
cúspide, pero el Tarzan se encargó de bajarlo de su nube.
Esa
derrota fue triste, pero muy provechosa, ya que obligo al Santo a superarse
mucho más: y gracias a esto comenzaron a llegar los triunfos significativos,
pues se convirtió en Campeón Mundial Welter, al derrotar al búlgaro Pete
Pankof, y posteriormente conquistó el Campeonato Mundial Medio, al derrotar al
japonés Sugi Sito.
Su máximo trofeo, la máscara
de Black Shadow.
El Santo
y Black Shadow encarnaron la rivalidad más importante de la década de los
cincuenta: y el momento cumbre de esta rivalidad llego el 7 de noviembre de
1952, cuando en la Arena Coliseo, estos dos monstruos sagrados del pancracio,
se jugaron las máscaras.
Fue una
lucha intensa y llena de dramatismo, el público estaba totalmente dividido, y
es que aunque el Santo militaba en el bando rudo, era un verdadero ídolo.
Fueron cerca de 60 minutos de tormentosa
batalla, los dos sacaron a relucir sus mejores armas, la lucha fue una poesía
de llaves y castigos, pero al final, el Santo logró imponerse, y ahí firmo su
carta hacia la gloria, porque desde ese momento, la fama y la fortuna se
convirtieron en sus compañeras inseparables…Continuara.
(Tomado de la Revista Arena de Lucha Libre,
Febrero 1 de 1994).
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