martes, 5 de diciembre de 2017

RENOVACIÓN DE CAFETALES VIEJOS.

Por. Ruperto Opoch G.

Existe una ley experimentada en el campo de la Biología, la cual en muy pocas palabras encierra un contenido irrebatible: “RENOVARSE O MORIR”.
Dicha ley puede ser aplicada en muchos aspectos relacionados con la vida, ya que sabemos que los seres nacen, crecen, se reproducen y mueren, ley infalible para la conservación de las generaciones.

Coatepec, agrícola por excelencia en el cultivo del café, inició la siembra de sus cafetos hace más de cien años y en sus campos existen ejemplares de aquellos arbustos, cuyos tallos pueden medir hasta diez pulgadas de circunferencia, propios para llevarlos a una exposición de antigüedades, ya que un cafeto normal en plena producción tiene un tallo que no pasa de unas dos pulgadas de grueso.
El caso que nos ocupa es de mucha importancia ya que en Coatepec se ha iniciado una campaña para renovar sus cafetales, con lo cual se piensa obtener mayor producción y mejor calidad de los cafetos.
Tres agricultores (aficionados al experimento) nos hemos lanzado en pro de esta campaña renovadora: el Prof. Fermín Cuevas A., inició su experimento el día primero de mayo de este año en su finca “Campanela” que está situada al oeste a tres kilómetros de la ciudad, con un plantío de diez mil cafetos.
El señor Antonio Nieto M., inició el mismo experimento de renovación en su finca “El Deseo”, que está situada al noreste y a ocho kilómetros de la ciudad, con un plantío de dos mil cuatrocientos cafetos.
Y el que esto escribe, está realizando el mismo procedimiento en una finca que está situada al noreste de la ciudad, en el lugar denominado “El Deseo”, en un plantío de dos mil doscientos cafetos.
Una vez tomada la determinación comenzó el derrumbe y a todos los surcos destinados a perecer quedaron inactivos. De momento se abrió un claro y la finca aparentemente quedó destrozada, pero los surcos que siguieron en actividad quedaron totalmente ventilados sin maltrato alguno y con espacio suficiente para facilitar su crecimiento lateral, es decir, a los lados y no en el estado actual en que se encuentran con crecimiento vertical, dificultando la recolección del fruto. Otra razón es que mientras más grueso y alto es el tallo, más cantidad de savia necesita para alimentarse, de lo que se deriva la mala calidad del fruto y en consecuencia rendimientos totalmente malos.
Cuando desaparece la primera dificultad en los tallos recepados, podrá obtenerse abundante cosecha en los tres años siguientes, con la promesa de que para entonces comienzan a salir las plantas nuevas que están sembradas entre tronco y tronco y cuya misión será sustituir a las plantaciones viejas y ya en plena decadencia.
Este nuevo procedimiento de cultivo será comentado en pro y en contra por la mayoría de los agricultores de la región, ya que hasta la fecha sólo nos habíamos concentrado a seguir procedimientos antiguos sin progreso alguno para mejorar las plantaciones la calidad del café y por ende nuestros ingresos pecuniarios.
Es necesario por lo tanto, reflexionar sobre el caso y desterrar aquellas palabras rutinarias como “con eso me la paso”; “con eso me conformo”, etc.; lo ideal es aumentar la producción por unidad de superficie. Hacer lo que se ha hecho siempre es no hacer nada. Sigamos la fórmula que nos llevara al triunfo: H es igual a P. Hacer es igual a Producir. Hagamos más para producir más.

Fuente: Datos Históricos publicados en la Revista Sociedad Agrícola Coatepecana, editada en 1960, conmemorando los 50 años de su fundación.

Colaboración del Lic. Ruperto Opoch García

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