martes, 26 de diciembre de 2017

ENTREVISTA PROF. JULIO HERNÁNDEZ RAMÍREZ Síndico Único saliente




ENTREVISTA  PROF. JULIO HERNÁNDEZ RAMÍREZ Síndico Único saliente



Finaliza la administración 2014-2017, la cual se caracterizó por haber sido complicada desde su inicio, con eventos inesperados y cambios imprevistos, muy controvertida y con resultados cuestionables. Sin embargo por razones lógicas todas las miradas de la sociedad coatepecana, en este momento se concentran en la nueva comuna que llega el próximo 1 de enero, la cual ha generado muchas expectativas. Pero… ¿Cuál es el sentir de quien entrega?

Semanario ESPRESSO platicó con el Profesor Julio Hernández Ramírez, quien se desempeñó como Síndico y, por ley, Presidente de la Comisión Edilicia de Hacienda. Profesor egresado de la Benemérita escuela Normal Veracruzana; Licenciado en Educación por la Universidad Pedagógica Nacional; Licenciado en Derecho por la Universidad Veracruzana, Regidor en la comuna 2006-2008 y Diputado Local por Coatepec; lo que lo coloca como servidor público con experiencia y oficio político. Presidente municipal por ministerio de ley por 59 días cuando Roberto Pérez Moreno solicitó licencia y Síndico nuevamente a la llegada de Ricardo Palacios como alcalde suplente, con quien se dice, no hubo empatía.

Al cuestionarle sobre esta última apreciación, en el sentido de que ha sido comentado que se opuso a algunos acuerdos de cabildo y de haber obstruido algunas gestiones, como lo mencionó el propio alcalde en su informe sin precisar nombres; el oriundo de Bella Esperanza, con parsimoniosa seriedad comenta: “No, mira, no hay nada de eso. Lo que pasa es que en nuestra cultura política hay una ausencia de pensamiento crítico. En palabras de Octavio Paz: “Existe un horror, que no es excesivo llamar sagrado, a todo lo que sea crítica y disidencia intelectual; una diferencia de opinión se transforma instantáneamente e insensiblemente en una querella personal”. Para algunos el que alguien mantenga un posicionamiento propio, constituye casi un sacrilegio. Lo que suele olvidarse es que el trato reverencial que normalmente se dispensa a la investidura, desaparece con ella. Afirmar que una sola persona puede obstruir a una administración municipal como la de Coatepec es una aberración y un sinsentido, sobre todo si se considera ese trato reverencial, que se pide y otorga, y a que toda la estructura orgánica del ayuntamiento la designa el titular del ejecutivo y a él se debe; pues resulta inverosímil pensar en que predomine una voz diferente. Ahora, si disentir en algunos asuntos que se consideran trascendentes, significa obstruir, bueno, habría que repensarlo, porque sí, asumo que en varios temas mi voto fue en oposición, pero no por capricho ni con el afán de obstruir, sino por considerar que así correspondía conforme a la ley y a la buena administración, dejando siempre constancia de mis razones fundamentadas en las actas de cabildo a las cuales cualquiera puede tener acceso para constatar la veracidad de mis afirmaciones”.

Al solicitarle que señalara algunos de los temas a que se hace referencia, sin dudar precisa: “Me opuse a que el servicio de limpia pública se concesionaria por 20 años. Me opuse al sistema de luminarias a través de un crédito de 25 millones de pesos que hubieran colapsado la administración como está sucediendo en otros municipios. Me opuse a la contratación de un crédito millonario que se pretendía sin contrato y sin programa para una supuesta modernización catastral. Me opuse a los parquímetros, los cuales eran totalmente rechazados por la ciudadanía”.

Con seguridad, continúa: “Argumenté y razoné mi voto en contra de la propuesta para contratar un crédito que trascendía a la presenta administración, por 10 millones de pesos, que finalmente no los autorizó el Congreso del Estado ante la ausencia de una justificación y una planeación estratégica. Asimismo, mi voto fue en contra a la propuesta de registrar como pasivo, cinco millones y medio de pesos por la realización de la Feria, ante la ausencia de contrato y rendición de cuentas. Voté en contra de autorizar que se vertieran aguas residuales al rio Pixquiac en un fraccionamiento de nueva creación por la zona de la congregación El Grande. Invariablemente estuve en contra de la falta de transparencia y opacidad en la contratación de las obras. No obstante, voté a favor de muchas propuestas que consideré que favorecían a Coatepec y no representaban manejos dudosos”.

Y como asumiendo que algunos señalamientos pudieran ser dirigidos a su persona, abunda: “He votado en contra de autorizaciones de cambio de uso de suelo, sí, porque considero que los expediente estaban integrados al vapor y sin otorgar certeza de que estuvieran en los extremos de la norma, es decir, en el caso mío no fue un pronunciamiento en cuanto al fondo, ni mucho menos con intención de obstruir a quienes están dispuestos a invertir en Coatepec, sino más bien, en contra de la forma, pues invariablemente he sostenido que la administración municipal debe ser una facilitadora de los trámites que promueven los particulares, a condición de que encuadren dentro del marco legal, cuando es así, se debe ser expedito sin exigir ninguna condición extralegal, cuando no, con la mima oportunidad se debe hacer saber al particular sobre los motivos de la improcedencia a fin de da que se esté en posibilidad de subsanar”.

Y como corolario a esta retahíla de precisiones, destaca: “Si haber tenido esos posicionamientos en temas tan importantes para Coatepec, se me calificó de “enemigo”; bueno, me obliga a decir que mi voto fue a conciencia, y que en condiciones similares seguramente lo seguiría sosteniendo en el mismo sentido”.

A la pregunta de cómo se siente a concluir esta administración, comenta: “Bueno, todo sabemos que fue una administración atípica, accidentada, tocada por la desgracia, en algunos tramos con mucha improvisación y ocurrencias. Pero finalmente muy rica en experiencias. Creo que se pudo haber hecho más, con eso quiero decir que siempre que se termina una responsabilidad queda la sensación de que hay cosas inconclusas. Reconozco personas comprometidas, buenos compañeros, bien intencionados con un genuino interés por servir a Coatepec. En algunos temas disentimos sin que por ello fuéramos contrarios, más bien es la realidad plural y de reconocimiento a las minorías”.

Se habla de que faltó empatía, pero sabiendo de tu oficio político, ¿Por qué no hubo intento de acercamiento o acuerdo? Desde luego que hubo esos intentos. Pero es muy difícil construir acuerdos cuando lo que tejes en el día se desteje en la noche. Es decir cuando la consulta con la almohada es equivocada o el criterio propio se supedita a la opinión de los “asesores” porque naturalmente la construcción de acuerdos, tiene un basamento indispensable en la confianza y en la certeza. Cuando estos principios faltan, la construcción de acuerdos se convierte en ilusión”.

Finalmente la pregunta obligada: Al concluir la administración ¿Qué sigue? Sin titubear, responde: “Soy persona forjada en el trabajo, ya buscaré en qué ocuparme; por otro lado, seguiré trabajando por mi partido, soy hombre de convicciones que no me considero susceptible a las variaciones de los vientos, estaré al lado de las propuestas que emanen de la corriente política en la que siempre he militado, soy congruente, permanezco en mi trinchera haciendo lo que modestamente pueda hacer en favor de un proyecto en el que creo que conviene al país y a Veracruz”. Concluye.






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