EDITORIAL

EDITORIAL

Estamos en la recta final del 2017. Diciembre, además de ser el propio para festejos, es ideal para realizar balances y análisis de lo acontecido a lo largo de los meses anteriores y también para esbozar proyecciones de qué nos puede deparar el futuro.

Un año más está por finalizar, hemos alcanzado logros palpables, pero también con él se van muchas de las expectativas no cumplidas. Propósitos  muy escuchados cada fin o inicio de año, que muchas veces quedan sólo como expresión de deseos. Algunos se sentirán satisfechos pero otros no, porque en la ruleta de la vida, donde todos participamos, algunos ganan y otros pierden.

Siempre será un ideal que se llegue al gran acuerdo nacional que proyecte el país hacia el futuro: eliminar diferencias, aniquilar la corrupción y la inseguridad, devolver a los excluidos las oportunidades y transformar a los dirigentes en visionarios. Es sabido que poco construiremos sin esfuerzo, sin entrega, sin valor y sin pasión.

En lo particular, también es buen momento para agradecer a todos, amables lectores de Semanario ESPRESSO, su preferencia y distinción para este medio que nació con el interés de “aportarle a Coatepec”. Nos honra estar en su gusto. Hacemos  todo lo profesionalmente posible por no defraudarlos. Agradecer también a todo el equipo de colaboradores que hacen posible la variedad de temas que se ofrecen semanalmente, por su apoyo y por haber aportado cada uno lo mejor de sí.

Una invitación a que entre los propósitos de año nuevo esté el cultivar en la actitud el Bien Hacer. Y aunque sea un propósito para el 2018, no estaría mal empezar desde hoy, porque también se vale cerrar el año haciendo bien. Hacer Bien, es una cuestión de actitud. Es también un compromiso con nosotros mismos y con todos los que nos rodean, y que no cuesta nada. El Hacer Bien nos ayudará a tener una sociedad más productiva, más justa, con más oportunidades, con calles y lugares limpios y ordenados, con servicios eficientes, con empresas cada vez más fértiles, con educación de mayor calidad, con menos pobres; en fin, simplemente nos ayudará a ser mejores.

Finalmente los buenos deseos para todos, en el sentido de que pasen unas fiestas alegres y saludables junto a sus seres queridos. Recordar siempre que la familia es lo más importante en la vida. “Que todos sus deseos se cumplan dentro del margen de la amistad, la paz y la prosperidad y que el 2018 no sea solamente un año más, sino el mejor de sus vidas, recordando que muchas de las cosas buenas que llegan en la vida serán consecuencia del Hacer Bien”.