Las fuerzas fundamentales
Por: Sergio Jimarez
Para los físicos y matemáticos el uso indiscriminado de los conceptos propios de sus campos de estudio causa cierta aversión cuando se emplean mal, por ejemplo: decir que una persona es negativa o positiva, el hecho de hacer o decir las cosas “en teoría”, la energía en temas espirituales; muchos de estas nociones han caído en vicios del lenguaje debido al contexto, malinterpretaciones o incluso a malas traducciones o falta de equivalencia entre idiomas. Pasarán los años y seguiremos nombrando cosas que les cause molestia a los quisquillosos científicos. Obviamente tampoco vamos formalizar todo nuestro lenguaje a un modo tan estricto diferenciando entre lo que es velocidad y rapidez, por ejemplo, pero sí es importante entender bien el origen y aplicación en su debida forma de estos términos.
Una de las palabras (bien o mal) más empleadas es “fuerza” este concepto lo relacionamos como una escala de magnitud: “Está fuerte el sol”, “el sonido está muy fuerte”, etc. Por definición, la fuerza es todo aquello que produce un cambio del momento lineal en una partícula o sistema de partículas, esto significa que hay una variación en la velocidad de un objeto ya que el momento lineal se entiende como el producto de la masa por la velocidad (en términos muy generales). La fuerza, como madre de las magnitudes en física es una de las propiedades de la materia más estudiadas; se han identificado cuatro fuerzas fundamentales.
La fuerza gravitatoria es la fuerza con la que interaccionan los cuerpos con masa, es la misma que mantiene en órbita a los planetas y a todos nosotros dentro del planeta tierra; es difícil detectarla en la vida cotidiana porque si ponemos dos objetos sobre una mesa nunca veríamos que se atraen como sí ocurre entre los planetas.
La fuerza electromagnética es la que está presente entre los cuerpos cargados eléctricamente, provoca transformaciones en los átomos, este tipo de fuerza puede ser de dos sentidos, atractiva o repulsiva; esta es mucho más fuerte que la gravitatoria y más intuitiva de percibir ya que la fuerza electromagnética también está presente el magnetismo.
La fuerza nuclear fuerte es la que mantiene unido a los núcleos atómicos, está presente entre los protones y neutrones; esta fuerza aunque tiene un rango de acción muy pequeño (no superior a tamaños nucleares) es una magnitud enorme, ya que para poder vencerla se requiere de mucha energía, separar el núcleo de los átomos provoca reacciones en cadena como la de las bombas atómicas.
La fuerza nuclear débil está presente en las interacciones de los electrones, básicamente en la desintegración beta que es un fenómeno que ocurre en el átomo cuando en un núcleo se rompe la relación de cantidad neutrones-protones emitiendo una partícula para compensar este desequilibrio, esta fuerza aunque es mayor que la gravitacional no es más grande que la nuclear fuerte.
Estos tipos de fuerzas están descritas de acuerdo a las investigaciones contemporáneas aunque ya hay indicios que pueden existir relaciones entre ellas de una forma más unificadora; tal vez en unos años veremos que todas estas pertenecen a un solo tipo de fuerza.
El lenguaje ha sido la herramienta fundamental para el ser humano cuando se trata de transmitir conocimiento, es nuestro primer contacto al entendimiento de la realidad, muchos conceptos de la ciencia se van a ver envueltos en polémicas definidas por su aplicación, esto debe ser bueno para recordar la próxima vez que alguien nos diga que “todo es relativo” o “No te he visto desde hace muchos años luz”.
Una de las palabras (bien o mal) más empleadas es “fuerza” este concepto lo relacionamos como una escala de magnitud: “Está fuerte el sol”, “el sonido está muy fuerte”, etc. Por definición, la fuerza es todo aquello que produce un cambio del momento lineal en una partícula o sistema de partículas, esto significa que hay una variación en la velocidad de un objeto ya que el momento lineal se entiende como el producto de la masa por la velocidad (en términos muy generales). La fuerza, como madre de las magnitudes en física es una de las propiedades de la materia más estudiadas; se han identificado cuatro fuerzas fundamentales.
La fuerza gravitatoria es la fuerza con la que interaccionan los cuerpos con masa, es la misma que mantiene en órbita a los planetas y a todos nosotros dentro del planeta tierra; es difícil detectarla en la vida cotidiana porque si ponemos dos objetos sobre una mesa nunca veríamos que se atraen como sí ocurre entre los planetas.
La fuerza electromagnética es la que está presente entre los cuerpos cargados eléctricamente, provoca transformaciones en los átomos, este tipo de fuerza puede ser de dos sentidos, atractiva o repulsiva; esta es mucho más fuerte que la gravitatoria y más intuitiva de percibir ya que la fuerza electromagnética también está presente el magnetismo.
La fuerza nuclear fuerte es la que mantiene unido a los núcleos atómicos, está presente entre los protones y neutrones; esta fuerza aunque tiene un rango de acción muy pequeño (no superior a tamaños nucleares) es una magnitud enorme, ya que para poder vencerla se requiere de mucha energía, separar el núcleo de los átomos provoca reacciones en cadena como la de las bombas atómicas.
La fuerza nuclear débil está presente en las interacciones de los electrones, básicamente en la desintegración beta que es un fenómeno que ocurre en el átomo cuando en un núcleo se rompe la relación de cantidad neutrones-protones emitiendo una partícula para compensar este desequilibrio, esta fuerza aunque es mayor que la gravitacional no es más grande que la nuclear fuerte.
Estos tipos de fuerzas están descritas de acuerdo a las investigaciones contemporáneas aunque ya hay indicios que pueden existir relaciones entre ellas de una forma más unificadora; tal vez en unos años veremos que todas estas pertenecen a un solo tipo de fuerza.
El lenguaje ha sido la herramienta fundamental para el ser humano cuando se trata de transmitir conocimiento, es nuestro primer contacto al entendimiento de la realidad, muchos conceptos de la ciencia se van a ver envueltos en polémicas definidas por su aplicación, esto debe ser bueno para recordar la próxima vez que alguien nos diga que “todo es relativo” o “No te he visto desde hace muchos años luz”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario