Por: Arlette Vera Beltrán
Tres cosas que no haríamos en nuestras casas (pero se las hacemos al planeta)
Hay algo que siempre me pregunto cuando veo a alguien tirando basura en la calle: ¿hará lo mismo en su casa? Seguro que no… y seguro que no soy la única que se hace esa pregunta. Tenemos una enorme dificultad para conectar las acciones pequeñas y las grandes, lo que le hacemos al planeta y lo que nos hacemos a nosotros mismos.
1. No la llenaríamos de basura.- Si hay algo que no queremos acumular en nuestra casa, es basura, el sentido común debería llevarnos a concluir que la solución no es simplemente sacarlo, sino dejar de producir aquello que no queremos acumular. Hay un planeta que también es nuestra casa y que lentamente queda cubierto por las toneladas de desechos que los humanos generamos todos los días, obligando a otras personas a vivir sobre nuestra basura, invadiendo los océanos, y llegando a invadir hasta los cuerpos de los animales.
2. No explotaríamos a los animales.- Estamos felices de proteger a los animales que nos brindan alegrías mientras están vivos, pero no movemos un dedo por proteger a otros animales (a los que sólo nos “sirven” cuando están muertos), atropellando por completo lo que sí es un derecho básico de esos animales: el derecho a existir y a ser considerados fines en sí mismos. Y esto no se reduce a vacas, cerdos y gallinas. Difícilmente los animales usados para experimentos o los animales silvestres entran en ese selecto grupo de animales que “merecen” nuestros cuidados; nos olvidamos por completo de que ellos estaban aquí antes que nosotros, que la riqueza y diversidad de este planeta se debe a su existencia más que a la nuestra y de que tienen sistemas nerviosos tan complejos como los nuestros, lo que significa que sienten miedo y dolor, y que compartimos con ellos la capacidad de sufrir.
3. No la llenaríamos de gases tóxicos.- Todo lo que sale de los tubos de escape y las chimeneas se queda en ese contenedor aunque no lo veamos. Y sí, las plantas nos ayudan a procesar parte del CO2, pero ese no es el único gas problemático. Estamos produciendo esos gases en cantidades alarmantes mientras destruimos las selvas y los bosques, que son los pulmones verdes que permiten que el planeta mantenga esos gases en equilibrio… así que es como si estuviéramos llenando nuestra casa con gases tóxicos y al mismo tiempo estuviéramos cerrando las ventanas, asegurándonos de que no tengan por dónde salir.
El planeta puede parecer grande, pero comparado con la inmensidad del universo es apenas un grano de arena… y todos vivimos aquí. Es nuestra casa, la única que tenemos, y la compartimos con miles de millones de otros seres (no sólo humanos).
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